Nixon Jesús Roa Yépez, de 42 años, murió ayer en la mañana tras ser impactado por un Transbarca en la avenida Florencio Jiménez, frente al Comando de zona 12 de la GNB, antiguo CORE 4.
Pasadas las 8:00 de la mañana, Nixon iba caminando por la isla de la avenida, como lo hacía todos los días y cuando caminaba frente al CORE 4, presuntamente, un Transbarca a toda velocidad lo golpeó con una de las compuertas del aire acondicionado del bus. Indican algunos testigos que tras el fuerte impacto, el hombre perdió el equilibrio y terminó en el pavimento golpeándose la cabeza.
Nixon cayó bocabajo y su brazo derecho quedó sobre la isla. El Transbarca recorrió unos metros luego del golpe y se detuvo. Las personas que estaban en los alrededores corrieron a auxiliarlo, pero cuando se acercaron se dieron cuenta que ya no tenía signos vitales.
Al parecer, en el Transbarca iba un pasajero que era de Atarigua, municipio Torres, lugar donde residía Nixon y esa persona fue quien lo reconoció y la que le avisó a un familiar lo ocurrido.
A los pocos minutos llegaron trabajadores de Pepsi, empresa donde trabajaba Nixon, para confirmar lo que temían: sí era Nixon, su compañero desde hace trece años.
«¡Dios mío! ¿Cómo ese conductor no lo va a ver? ¿Cómo no va a frenar? Si tú ves a un peatón debes bajar la velocidad, así sea tu canal exclusivo», eran las preguntas que se hacía un compañero de Nixon, quien no podía creer que el hombre estaba muerto.
A pocos metros del cuerpo de Nixon estaba el conductor del Transbarca y presunto responsable de su muerte. El chofer estaba muy afectado y lloraba por lo ocurrido, mientras que era consolado por una mujer.
Los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) llegaron hasta el sitio del suceso para hacer las experticias y el levantamiento del cadáver. Una fuente policial contó que, presuntamente, el conductor iba a ser detenido y bajo investigaciones, pues los compañeros de trabajo de Nixon pedían que lo detuvieran.
El cuerpo de Nixon fue trasladado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda y durante la mañana de ayer los parientes y amigos esperaban para poder retirar el cuerpo.
De cola en cola
Compañeros de Nixon contaron que él residía junto a sus familiares en Atarigua y desde que comenzó la cuarentena le tocaba viajar de «cola en cola» para poder llegar hasta su sitio de trabajo y ayer no fue la excepción.
Detallaron que a Nixon le dieron la cola hasta el cementerio municipal, ubicado en la avenida Florencio Jiménez y desde allí comenzó a caminar para poder llegar a la empresa, pero su recorrido fue truncado tras ser impactado por la unidad de transporte público.
La Prensa de Lara