Denuncian que la empresa estafadora se identifica como Remesas RafaMari, desde donde usan datos personales de sus víctimas para robar a otras personas.
Los estafadores se identifican como la empresa Remesas RafaMari, desde donde compran Petros a las personas, pero nunca les pagan el monto en bolívares y se quedan con la criptomoneda.
La denuncia la hizo la periodista Grisel García, quien indicó que están usando sus datos personales para estafar con la compra de Petros. Se hacen pasar por ella, y utilizan su nombre para comprar la moneda virtual. Los presuntos compradores no pagan a sus víctimas.
«Están estafando con mis datos personales al parecer, dicen que soy yo, compran los llamados petros, se quedan con tal criptomoneda y no dan los bolívares a las personas. Soy Grisel García, una periodista de bien, con integridad, que no le hace falta dañar a su prójimo para tener recursos económicos. No soy yo, por favor no me ataquen porque desconozco qué está ocurriendo», expresó la comunicadora, quien apuntó que al parecer, ya han estafado a personas en varios estados de Venezuela.
Indicó que la empresa estafadora se identifica como Remesas RafaMari, según denunció una de las presuntas afectadas, quien envió pruebas de las transferencias por la compra – venta del Petro. Además, utilizan el RIF de la compañía Criptolago.
Detalló que «crearon un perfil falso en la red social Facebook, bajo el nombre Griseliitha Toro, el pasado 24 de julio, según denoté, colocaron una caricatura de mí e información que no es cierta: no trabajo para RCN Mundo, tampoco estudié en la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE) y menos soy parte de Criptolago, plataforma venezolana de intercambio de criptomonedas».
Según García, después de hacer publica la denuncia en sus redes sociales y demás medios, «quien o quienes crearon ese perfil falso lo eliminaron. En esta ya tenían a más de 200 personas agregadas, quizá cambien los datos para no dejar de dañar».
Aseveró que expondrá formalmente la denuncia, recalcando que «no sé qué puedan seguir haciendo en mi nombre, repito. No deseo que continúen dañando, estafando, a otras personas».
La Verdad