El fabricante estadounidense de vidrio OI Glass Inc busca apoderarse de un petrolero propiedad de Venezuela para cobrar parte de un laudo arbitral de 500 millones de dólares que ganó tras la expropiación de dos plantas en 2010, según una citación presentada ante un tribunal de Singapur vista por Reuters.
El intento amenaza con reducir el tamaño de la flota de PDVSA [PDVSA.UL] en momentos en que las sanciones de Estados Unidos a la compañía dificultan la contratación de transportistas externos para mover su crudo.
La demanda de Singapur presentada por OI Glass, anteriormente conocida como Owens-Illinois Inc, también destaca los riesgos para los activos de PDVSA en todo el mundo ante los acreedores que buscan cobrar deudas impagas o laudos arbitrales, que se han incrementado a medida que la economía de Venezuela se derrumbó bajo el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La falta de tanqueros ha contribuido a un colapso en las exportaciones de petróleo de Venezuela a menos de 400.000 barriles por día (bpd), por debajo de alrededor de 1,5 millones de bpd que bombeaba el país antes de que Washington impusiera las sanciones y el menor nivel en más de siete décadas para la nación OPEP.
Con Washington aumentando la presión, el uso de su propia flota de petroleros es una de las pocas opciones que le queda a PDVSA para exportar su crudo, y una pérdida de la embarcación -llamada Maximo Gorki después de que su nombre fuera cambiado este año de su antiguo “Ayacucho”- lo haría más difícil.
En la citación en el tribunal de Singapur, con fecha 4 de junio, OI Glass afirmó que tenía derecho a acciones en Ayacucho Shipping Pte Ltd con sede en Singapur, una asociación entre la filial marítima de PDVSA, PDV Marina, y la china PetroChina, copropietaria del Ayacucho.
El buque era uno de los cuatro que las dos compañías poseían conjuntamente a través de la empresa conjunta de Singapur, CV Shipping, que comenzó un proceso de liquidación administrado por el tribunal en febrero, según el boletín oficial de ese país.
Después de eso, la autoridad marítima de Venezuela, el INEA, se convirtió en propietaria de Ayacucho, cambiando su nombre a Maximo Gorki, según la base de datos de envío Equasis y Refinitiv Eikon. Transocean Shipping Co Ltd, con sede en Moscú, se convirtió en el gerente de la nave.
No estaba claro si la transferencia de la propiedad del petrolero afectaría los intentos de O-I Glass de tomar el control del buque. Ni O-I Glass ni PDVSA respondieron a las solicitudes de comentarios. PetroChina no pudo ser contactado para hacer comentarios fuera del horario comercial normal.
FLOTA MERMADA
A excepción de los viajes cortos a Cuba, la mayor parte de la flota de petroleros de PDVSA no ha incursionado en aguas abiertas en los últimos años debido a que las deudas acumuladas y las sanciones de Estados Unidos han dejado a muchos buques sin operadores, seguro o clasificación necesarios para navegar en aguas internacionales.
El Máximo Gorki ha estado en aguas venezolanas desde 2018 y PDVSA lo ha utilizado como un almacén flotante durante el último año, según los datos de envío de Refinitiv Eikon. En julio cargó más crudo venezolano para alcanzar su capacidad máxima, según los horarios de carga de PDVSA vistos por Reuters.
La compañía ahora planea enviarlo a un astillero chino para su mantenimiento y descargar los 2 millones de barriles de crudo pesado, aunque aún no tiene un cliente en espera, según dos personas familiarizadas con el asunto.
El barco tiene un valor de alrededor de 24 millones de dólares, según una reciente medición de mercado sobre naves similares construidas el mismo año solicitada por PDVSA, dijo una de las fuentes. Reuters no tuvo acceso a esa valoración.
O-I Glass ganó el laudo en 2015 del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), del Banco Mundial, en relación con la incautación y la nacionalización de dos de sus plantas en Venezuela bajo el gobierno del fallecido expresidente Hugo Chávez, predecesor y mentor de Maduro. El laudo incluye 372,5 millones de dólares en capital, más intereses. Tanto el caso de CIADI como la demanda en Singapur fueron presentados por OI European Group BV, subsidiaria de O-I Glass.
Reuters