Un retornado que permaneció cuatro días en el Punto de Atención Social Integral (PASI), ubicado en el terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira, fue apresado por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, luego que encontraron droga en el interior de una almohada que durante todo ese tiempo cuidaba celosamente, sin permitir que nadie la tocara, alegando que se trataba de un objeto de uso personal, que debía mantener lejos de las personas para evitar una posible contaminación.
Voceros del Comando de Zona No. 21 Táchira de la Guardia Nacional, que comanda el general de Brigada Juan Ernesto Sulbarán Quintero, manifestaron que el procedimiento de aprehensión fue practicado en horas de la tarde del pasado lunes en el puesto de atención ciudadana de Peracal, en momentos que el sospechoso era trasladado hacia otro centro de atención social en San Cristóbal y un efectivo militar le arrebató la almohada, que el hombre atesoraba contra su cuerpo, y al revisarla se encontró con varios paquetes de droga en su interior.
El sujeto, identificado como N. J. Mesia Gómez, de nacionalidad venezolana, con residencia en el sector Brisas del Este, en Altagracia de Orituco, estado Guárico, ingreso al país desde Colombia, el pasado viernes, manifestando que necesitaba ayuda para regresar a su ciudad de origen, pues había emigrado en busca de mejores condiciones de vida, pero la situación de la pandemia le había obligado a retornar al país.
El connacional retornado recibió atención en la frontera y de inmediato fue trasladado al PASI ubicado en el terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira. para ser evaluado por el personal médico y, al mismo tiempo, cumplir con la cuarentena social, tras lo cual sería llevado a su estado natal. Durante los cuatro días que el hombre permaneció en el refugio fue observado con atención por efectivos del Destacamento No. 212 de la GNB, a quienes le llamó la atención la manera como cuidaba una almohada, que según dijo le acompañaba a todas partes y le ayudaba a relajarse y conciliar el sueño.
Este comportamiento es habitual en mujeres y niños, pero poco usual en hombres, por lo que fue considerado como sospechoso y, por ese motivo, objeto de vigilancia. El pasado lunes, en horas de la tarde, un grupo de connacionales retornados fue seleccionado para ser trasladados a San Cristóbal a los efectos de que continuaran cumpliendo con la cuarentena obligatoria en el PASI Raquetbol de San Cristóbal. Entre ellos se encontraba Mesia Gómez, quien entregó su equipaje para ser cargado en el bus Youtong, tras lo cual subió a la unidad, ocupando uno de los puestos, donde se acomodó abrazado a su almohada, que había colocado en un morral.
Cuando la unidad de transporte se detuvo frente al puesto de la Guardia Nacional Bolivariana en Peracal, el retornado atenazó más la almohada, al tiempo que nerviosamente miraba hacia la alcabala. Ese momento fue aprovechado por un efectivo militar, que le arrebató el objeto y de inmediato se percató que en el interior había varios paquetes extraños, por lo que procedió a abrirlos y, en presencia de testigos, encontraron cuatro paquetes contentivos de restos vegetales, identificados como marihuana, para un peso de un kilo 885 gramos.
Hasta allí transcurrió el viaje de Mesia, pues de inmediato fue impuesto sobre la causa de su detención, bajado del autobús y trasladado de nuevo a San Antonio del Táchira, para ser imputado por el presunto delito de tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas. Quedó a las órdenes de la Fiscalía XXI del Ministerio Público.
La Nación