Los casos de coronavirus en India superaron el sábado los 4 millones, liderando al mundo en nuevos contagios y acercándose a Brasil por el segundo puesto en más casos del mundo.
Los 86.432 casos sumados en las 24 horas previas elevaron el total de India a 4,023.179. Brasil ha confirmado 4,091.801 contagios, mientras que Estados Unidos ha reportado 6,200.186 pacientes, según la Universidad Johns Hopkins.
El Ministerio indio de Salud también reportó 1.089 muertes, para un total de 69.561 fallecidos en el país.
El virus golpeó al principio las grandes ciudades del país, con una gran densidad de población. Después se ha extendido a casi todos los estados de India, propagándose por pueblos y ciudades pequeñas donde es difícil acceder a atención sanitaria.
Los expertos no se han sorprendido por el gran número de casos en India, que tiene una población de casi 1.400 millones de personas. La tardanza del país en responder al virus obligó al gobierno a imponer una estricta cuarentena a finales de marzo. Durante dos meses, la economía quedó paralizada, ganando algo de tiempo para que un sistema sanitario falto de fondos se preparase para lo peor.
Pero ante el creciente coste económico de las restricciones, las autoridades no vieron más opción que reanudar la actividad.
La mayoría de los casos en India están en el estado occidental de Maharashtra y en los cuatro estados sureños de Tamil Nadu, Andhra Pradesh, Telangana y Karnataka. Se están registrando brotes importantes en los amplios territorios interiores del país.
Aunque el número de pruebas diagnósticas realizadas en India ha alcanzado el millón diario, la creciente dependencia de los análisis de antígenos o proteínas virales está dando más problemas. Estas pruebas son más baratas y rápidas, pero menos precisas. El riesgo es que muchos contagios puedan pasar desapercibidos.
En Uttar Pradesh, el estado más poblado de India y que tiene un sistema sanitario limitado, la situación ya es angustiosa. El estado suma 253.175 casos y 3.762 muertes, y afronta un pico inevitable sin suficientes camas de hospital ni otras infraestructuras de salud.
Sujata Prakash, enfermera en la capital del estado, Lucknow, dio positivo en coronavirus hace poco. Pero el ala hospitalaria donde había trabajado con diligencia rechazó ingresarla porque no había una cama libre. Esperó más de 24 horas ante el ala quirúrgica, sentada en sillas para pacientes, hasta que le asignaron una.
“El gobierno puede arrojar pétalos de flores sobre los hospitales en nombre de los guerreros del (coronavirus), pero la administración no puede ofrecer una cama cuando esa misma guerrera la necesita”, dijo el marido de Prakash, Vivek Kumar.
En el rural Maharashtra, el estado más afectado con 963.062 casos y 25.964 muertes, los médicos dijeron que las medidas como el empleo de mascarillas y el lavado de manos se han abandonado en gran parte.
“Está instaurándose un agotamiento de comportamiento”, dijo el doctor S.P. Kalantri, director de un hospital en el poblado de Sevagram.
Las últimas semanas han confirmado la sensación de que el virus ha pasado de las ciudades a los pueblos en India, señaló.
“Lo peor está por venir”, dijo Kalantri. “No hay luz al final del túnel”.
AP