El número 21 de Roberto Clemente ha sido todo un emblema en Pittsburgh durante más de 60 años. Y su relevancia ha ido en aumento cada temporada desde 1972, cuando el prodigioso jardinero falleció en la víspera del Año Nuevo, al estrellarse el avión en que viajaba frente a las costas de su natal Puerto Rico.
El jersey del pelotero, quien murió a los 38 años y es miembro del Salón de la Fama, continúa siendo uno de los más populares de la franquicia. Adorna el muro del jardín derecho que lleva su nombre en el PNC Park. Parecía estar por todos lados en el graderío durante los juegos de los Piratas como locales y en las márgenes del Río Allegheny, donde los fanáticos solían pasear después de los encuentros, en los años previos a la pandemia de coronavirus.
Derek Shelton, quien está en su primer año como mánager de los Piratas, ha sorprendido a varios vecinos que portan orgullosos la preciada prenda mientras podan el césped.
El miércoles por la noche, el número apareció en un lugar donde no había figurado desde hacía casi un cuarto de siglo: en la espalda de un miembro de los Piratas. De hecho, todos los integrantes de Pittsburgh llevaban el mismo número.
Los Piratas celebraron el legado del legendario boricua utilizando su número durante el primer “Día de Roberto Clemente” observado por la organización, en el duelo del miércoles ante los Medias Blancas de Chicago.
Con la podadora, se trazó el 21 en el pasto del jardín derecho, a unos 100 metros del lugar donde Clemente solía pararse en el Three Rivers Stadium.
“Él es nuestro Jackie Robinson”, dijo el dominicano Gregory Polanco, actual jardinero derecho de Pittsburgh. “Es nuestro ídolo, el más grande, hombre. Es el jugador de quien todos oímos hablar cunado éramos niños. ‘¡Oye, Roberto Clemente!, ése fue un gran hombre!’. Y lo fue incluso fuera del diamante. Eso es lo que lo vuelve incluso mejor, la gran persona que fue lo que hizo y la forma en que siempre ayudó a la gente”.
El avión en que murió Clemente transportaba ayuda humanitaria para las víctimas de un terremoto en Nicaragua.
La semana pasada, las Grandes Ligas otorgaron el permiso para que todos los integrantes de Pittsburgh usaran el número 21. Luego, se extendió la autorización a todos los peloteros nacidos en Puerto Rico.
Joe Jiménez, lanzador de Detroit, y Alex Claudio, pitcher de Milwaukee, figuraron entre los boricuas que se unieron a la celebración en las mayores.
La familia Clemente y los Piratas esperan que las mayores honren algún día a Clemente retirando su número de todos los equipos, como ocurrió con el 42 de Jackie Robinson en 1997.
“Él se lo merece”, consideró Polanco.
Los Piratas se cercioraron de extender el homenaje más allá de los confines del PNC Park, donde se yergue el Puente Roberto Clemente. El equipo se asoció con un banco de alimentos de Pittsburgh para distribuir víveres en la jornada.
Asimismo, se repartió comida y mascarillas en el Centro Comunitario Latino y se compraron suscripciones al New Pittsburgh Courier, un diario que se enfoca en la comunidad negra de la ciudad, a fin de que ese medio esté disponible en bibliotecas locales.
“Una de las cosas de las que se habla mucho es de Roberto Clemente como pelotero, y de que fue uno de los mejores de todos los tiempos”, refirió Shelton. “Pero Roberto Clemente, en su labor humanitaria, fue probablemente el mejor en toda la historia de nuestro deporte”.
La jornada se celebró también en Carolina, la localidad natal de Clemente en Puerto Rico, y en toda la isla.
Joey Cora, coach de tercera de los Piratas, nació en Caguas, Puerto Rico, y recibió desde allá fotos de amigos que vestían jerseys con el número 21.
“Esto es algo que, cuando lo emprendimos, era una iniciativa realmente buena, pero el hecho de que haya crecido así, y de que todos los puertorriqueños se sumen es más gratificante».
AP