No puede ser improvisado lo ocurrido recientemente con la oposición en Venezuela. El chavismo ni nadie, puede tener tanta suerte. Pueden ser coyunturales los elementos presentados, más no la reacción y las acciones.
Coincido con el Padre Virtuoso. La oposición política está en el suelo. Urge su reconstrucción.
Luego de leer, de escudriñar, análisis, opiniones, de analistas nacionales y extranjeros, es evidente lo que tampoco por gusto afirmamos: Maduro y compañía juegan un ajedrez agresivo, superaron el “librito” de jugadas y el nivel experiencial. No por estúpidos tienen 21 años de férrea dictadura en Venezuela.
Aclaro que desde hace muchos años, sostengo una tesis sobre las nuevas dictaduras. Distintas a las tradicionales, a las conocidas. Auténticos lobos con piel de oveja, muchas veces incluso sin disfraz, explícitos y descarados.
La salida de Capriles a la palestra, ayudado o no, con aliados o sin ellos, dinamizó la situación de Guaidó. En un sentido negativo.
Parafraseando al reconocido comentarista deportivo de baseball Yogi Berra, “Se le hizo tarde muy temprano”.
¿TRANSICIÓN O QUE?
La última semana se ha hablado de que estamos en presencia del auténtico camino de una transición. No como muchos la queremos, sino como pudo ser posible. Esto va de acuerdo a la máxima política de que en ella “no pasa lo que uno quiere, sino lo que tiene que pasar”.
A pesar de haber sido uno de los primeros en conceptualizar de esta manera, no estoy del todo convencido. Falta mucha carne por poner en el asador para poder hablar con propiedad de una parrilla y quien se la comerá.
Para que una transición ocurra, Nicolás debe estar dispuesto a “renunciar” o “delegar” el poder en otra figura. Conforme a lo que dice Roscio San Miguel, tiene que ser un “militar”, pues estos son los que sostienen la cara del gobierno.
Esa simbiosis “aparato político chavista-cúpula militar” tiene una sencilla explicación, propia de cada dictadura por muy novedosa que sea: Los militares son los privilegiados en Venezuela, son más que una clase social, son la clase dominante, los nuevos “mantuanos” de sangre verde y que disfrutan de las mieles del poder.
En cualquier comunidad donde vive un militar, este tiene “gasolina, comida, etc”. Un alto porcentaje de los llamados “market” (máscara comercial para ocultar el dinero de la corrupción) es propiedad de un oficial de nuestra muy ilustre Fuerza Armada. En otro porcentaje están los “enchufaos”.
Ellos no hacen colas para proveerse de gasolina. Los camiones de agua de las hidrológicas los surten a capricho, entre otros beneficios.
El diferimiento de la fecha de las elecciones sería otro elemento. La presencia de una observación internacional seria y la discusión de incluir otros ítems en la convocatoria electoral, perfila perfectamente una transición, de llegar a evidenciarse la presencia de estas condicionantes.
El comunicado del auténtico Primero Justicia, sobre la acción de Capriles, la consideró prácticamente un saludo a la bandera y una señal inequívoca de una jugada “orquestada” desde la cancillería de hecho del interinato.
Peor aún, en el último punto del comunicado hay una dura crítica hacia la gestión del gobierno interino, que con honestidad debo admitir que no es la primera vez que ese partido lo hace y he visto una reiterada seriedad en tales posturas, como no lo ha hecho otro partido de los denominados G4.
Creo incluso que ni el chavismo lo ha dicho con tanta altura y certeza. PJ cuestionó la conducción del gobierno y habla de “incapacidad de rectificación”, por parte de Guaidó para dirigir el gobierno, derrotar la dictadura y aliviar el sufrimiento de los venezolanos. Proponen replantear la organización y actuación de la oposición.
Capriles pudiera representar, con el visto bueno de su partido, que no lo sancionó ni lo expulsó, esa transición.
Seguimos en espera del pronunciamiento del gobierno de los Estados Unidos. Por menos de lo que ha hecho Capriles, otros han sido sancionados junto con su familia e incluso procesados por el departamento del tesoro y extraditados. Ni la visa le han cancelado.
Capriles y su familia tienen cuantiosas propiedades e intereses en ese país.
¿Será que es una manera solapada de los “gringos” (lo cual es histórico en sus actuaciones) de hacerse los desentendidos y dar luz verde sin decirlo?
Para los más radicales, y yo coincido con ellos, hasta que no se den todas las circunstancias, el esfuerzo de Capriles no es más que una manera de “edulcorar” un régimen e intentar facilitar una salida que ellos no optarán, salvo el uso de la fuerza.
Otra Cuba, sobada inteligentemente por los demócratas como Obama.
Un triunfo de Joe Biden pudiera apagar la velita de esta torta transitoria.
Esperemos.
LOS CAIGA QUIEN CAIGA
Puertas adentro del chavismo y del entorno de la dictadura se comenta a sotto voce, la creación de un gobierno de coalición (no transición).
Maduro es cauteloso pues el Ala ortodoxa, los verdaderos “come flores”, pudiera quedar desconcertada y descontenta. Pudieran presentarse fracturas de sus aliados naturales.
Otros aseguran que el plan se inició el 5 de enero pasado. Luego con el secuestro de los partidos más emblemáticos, con la previa designación de un CNE a la medida del chavismo.
La ampliación ilegal y anticonstitucional del parlamento le dio forma a la jugada tipo Héctor Lavoe: “ENTREN QUE CABEN 100”, más de lo que establece la carta fundamental.
La materialización práctica de manera magistral, se ejecutó con el “efecto indulto” (legal o ilegal lo cual es irrelevante) y la simulación o “amague” del embajador de Turquía y de Capriles.
Esta película será ganadora de un “OSCAR” por sus efectos especiales, envidia del productor Dino de Laurentis:
Simulada apertura de una fase democrática, para calmar a un pueblo ansioso de justicia.
Por supuesto luego de un “interino” que en dos años, dentro de Venezuela no ha contribuido en nada en mejorar nuestro drama, es muy fácil que un público te compre una entrada para ver esta ópera Bufa.
Al tener elementos para sacudirse las “sanciones”, a mi juicio, sobrepasadas por la crisis existenciales de cada venezolano, pues vendrá otro escenario para intentar reconstruir “los mismos de siempre, del chavismo y la falsa oposición”, las empresas públicas PDVSA, PDGAS, ALCASA, VENALUM, SIDOR, CEMENTERAS y CORPOELECT, y demás.
Al fin y al cabo, la política para esta clase solo tiene sentido si hay “negocios” de por medio. Como muestra vean los escándalos de las ayudas humanitarias, monómeros, citgo, por ejemplo, ni un solo responsable y todos sabemos que muchos abandonaron el gobierno distinto a como entraron. Pregunten por el ex procurador…
Del Gobierno está demás, su socialismo es meramente semántico.
CAPRILES QUO VADIS
El problema para la gente no es que el ex candidato tenga cuotas de poder. Eso lo tolera la gente. En su desesperación, no preguntaran el cómo ni el por qué.
La pregunta es ¿Podrá el plan CAPRILES regresar algo de la vida anterior a la dictadura al venezolano?
Tarea difícil.
Por ahora, Capriles igualó los números muy bajos que tiene Guaidó. De hecho el jueves debió hacerse un acto de masas, una convocatoria, una manifestación y ante la poca receptividad y poder para captar a las masas, hubo de hacerlo bajo techo, en el Colegio de Médicos.
El Partido Centro Democrático aunque es un partido regional, luce muy claro acerca de la metodología necesaria. Dura con crudeza lo admito. Tiene que ser así, sino cualquiera lo hubiese hecho:
Acciones de calles, convocatorias. Los cambios más significativos de regímenes de fuerza, se han producido por vida de la presión social, fuerte, contundente. Rebelarse o morir en el intento.
Eso para lograrse requiere estímulo, ejemplo y acción.
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