La polémica se desató en un centro comercial Antara, ubicado en el sur de la capital mexicana, luego de que una mujer asistiara al lugar con un cachorro de tigre.
Al parecer la mujer tenía el cachorro en propiedad legal y contaba con los papeles que lo acreditan.
De acuerdo al portal web RT, el pasado 1 de septiembre, otros usuarios denunciaron a las autoridades mexicanas el presunto maltrato de un cachorro de tigre en un conjunto de oficinas.
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