El abogado y director de la ONG, Justicia Venezolana, Yonathan Mustiola, denunció que el retardo procesal se ha convertido en la máxima de los juicios a presos políticos militares en Venezuela, siendo agravante en algunos casos, con hasta 750 días sin impartir justicia a castrenses detenidos.
Hoy denunciamos con cifras en mano, el grave retardo procesal que vienen arrastrando las causas penales seguidas en contra de los presos políticos militares, lo cual ha venido denunciando nuestra organización, desde incluso antes que iniciara el confinamiento a causa del Covid-19, y que hoy nos vemos obligados a recalcar ante el riesgo de contagios y muerte por coronavirus de estos uniformados, explicó.
Citando la Constitución, Mustiola subrayó que todo proceso judicial debe ser breve, debido a que así lo establece el principio de eficacia procesal, definido en el artículo 257 de la carta magna y las leyes procesales en curso.
“En Venezuela, se está aplicando absolutamente lo contrario con estos oficiales institucionales, sometiéndolos al tan pernicioso retardo procesal”, agregó.
En este sentido, el profesional en derecho detalló que los principios y garantías qué conforman el proceso penal venezolano, contenidos en los primeros 23 artículos del Código Orgánico Procesal Penal, establece el principio de concentración; este consiste en que, iniciado el debate, debe concluir, sin interrupciones, en el menor número de días consecutivos posibles.
Sobre este principio que, se desarrolla en distintos contextos a lo largo del COPP, enfatizó que está siendo violado reiteradamente por los órganos de justicia del país.
Nuestra organización registra, por ejemplo, que en el caso de los Comandantes de los Batallones Blindados hay un retardo de más de 750 días para la apertura de juicio, y en el caso operación “Vuelvan Caras”, más de 320 días de retardo, también para el inicio del juicio oral y público. Todo esto, a pesar de que el artículo 325 del Código Orgánico Procesal Penal señala, que se debe fijar la fecha para la celebración del juicio dentro de los 10 a 15 días hábiles, desde que llega el expediente al Tribunal de Juicio, añadió.
Al respecto, Mustiola argumentó que este retardo procesal, registrado en la mayoría de las causas seguidas a los presos políticos militares, no tiene su origen en la pandemia. Sin embargo, la paralización de la justicia penal ha aumentado esta situación, la cual “vulnera” las garantías procesales de los uniformados que hoy permanecen tras las rejas.
Nota de Prensa