El carguero FSO Nabarima flota en las aguas venezolanas del golfo de Paria desde el 2007. Sin embargo, desde agosto de este año la embarcación, propiedad de PetroSucre y la petrolera italiana ENI, ha acaparado la atención de miles de personas en las redes sociales luego de que, a través de imágenes y videos, se denunciara una inclinación y hundimiento significativo. La alerta se encendió porque el Nabarima está cargado con 1,3 millones de barriles de petróleo y flota sobre una zona ambiental sensible.
En Trinidad y Tobago, país que comparte frontera acuática con Venezuela por el este, la preocupación porque ocurriera un desastre ambiental y económico era real. Luego de dos solicitudes al gobierno venezolano, finalmente, el 20 de octubre un grupo de expertos trinitarios pudo inspeccionar el Nabarima. El resultado de la visita ofreció un respiro: el barco está estable y no supone una amenaza.
¿Es una amenaza?
Eduardo Klein, biólogo, coordinador del Centro de Biodiversidad Marina de la Universidad Simón Bolívar, profesor asociado del departamento de Estudios Ambientales e investigador del Instituto de Tecnología y Ciencias Marinas de la misma casa de estudios, concuerda con que el FSO Nabarima, anclado en el golfo de Paria, no es una amenaza. En primer lugar, aseguró que este barco fue construido cumpliendo con todos los estándares internacionales. Además, agrega que el Nabarima es un barco joven, tiene una garantía de 25 años. Y, finalmente, dice que su diseño responde a estudios ambientales y de riesgo que se realizaron en la zona.
“Yo creo que no ocurrirá una tragedia. No se le había prestado atención antes porque es una instalación petrolera más. Evidentemente no es una situación normal, pero creo que gracias a la presión de la ciudadanía y la prensa se tomaron acciones pertinentes para corregir el desnivel que presentaba. Es oportuno que se transfiera el crudo a otro barco”, explicó Klein.
¿Qué son las unidades flotantes de almacenamiento y descarga?
Las unidades flotantes de almacenamiento y descarga (FSO) son navíos que trasiegan y guardan petróleo en el mar. Ese es su propósito. A pesar de tener forma de barco, carecen de motor y se anclan en el mar. El Nabarima, particularmente, se mantiene en sitio gracias a 10 boyas de 37 toneladas cada una. Este carguero construido en Corea del Sur en 2005 para la petrolera ConocoPhillips tiene doble carcaza que lo protege contra colisiones y, en caso de roturas, evita que se derrame el contenido al mar. Sin embargo, como cualquier nave, requiere de mantenimiento.
Toda la flota y proyectos de ConocoPhillips, una empresa estadounidense que tenía presencia en el país desde 1996, fueron expropiados por Hugo Chávez en 2007. A partir de entonces, el campo petrolífero costa afuera Corocoro, desarrollado en Paria, quedó en manos del Estado. El Nabarima recibía a través de tubos submarinos el crudo que sacaban del campo petrolero, a 23 kilómetros de distancia. Y de él se trasegaba a otro barco para su exportación o venta. En 2019, Estados Unidos impuso una serie de sanciones a Pdvsa limitando su capacidad de exportación. De esa forma, el Nabarima cesó sus operaciones, pero todavía carga 1,3 millones de barriles de petróleo.
¿Se hunde el Nabarima?
La primera denuncia oficial en Venezuela sobre el Nabarima la realizó María Gabriela Hernández, presidenta de la Comisión permanente de Ambiente de la Asamblea Nacional, el 19 de agosto. Unos días antes había circulado un video en las redes sociales donde unos presuntos trabajadores de PetroSucre revelaron la situación del FSO.
“El barco se encuentra ahora en un estado de deterioro por falta de mantenimiento. Sufriendo deflexiones, volcado, perdiendo la estabilidad. Es un buque que está diseñado para 60 y 75 hombres a bordo y actualmente permanecen 3 para hacerle mantenimiento. Corremos un inmenso riesgo de un desastre en el golfo de Paria y el Caribe”, declaró uno de los trabajadores de Pdvsa en el video.
Frente a esto, varias cuentas en Twitter, incluyendo la del Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA), denunciaron que dicho video era falso: “El @inea_venezuela desmiente que el accesorio de navegación Nabarima se encuentre en mal estado. Este se encuentra correctamente adrizado y no representa ningún peligro”.
Trinidad y Tobago
En Trinidad y Tobago la organización no gubernamental Fisherman and Friends of the Sea (Pescadores y Amigos del Mar) compartió el 26 de agosto un mensaje por Facebook en el que alertaba sobre la situación del Nabarima: “Fisherman and Friends of the Sea (FFSO) le ha escrito hoy al honorable ministro de Energía e Industrias de Energía urgiendo respetuosamente a que nuestro gobierno actúe diligente y asiduamente para evitar un derrame local y regional catastrófico. Y pidiendo sus buenos oficios para que ofrezca, frente a un tema de emergencia, asistencia al régimen de Maduro en Venezuela y atiendan la amenaza inminente a nuestro golfo de Paria”.
El 30 de agosto, unos días después de que el régimen desmintiera que el Nabarima estaba en mal estado, Eudis Girot, director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, presentó evidencias gráficas de que se había filtrado agua al Nabarima y que este estaría hundido tres metros. “Se hunde Nabarima”, escribió Girot en su cuenta de Twitter.
Medios internacionales
En septiembre, la noticia ya aparecía en medios internacionales. Argus Media informó, de acuerdo con declaraciones realizadas por ENI, que no existía riesgo de un derrame de petróleo desde el Nabarima. Asimismo, la petrolera italiana aseguró estar colaborando con PetroSucre para definir e implementar una serie de pasos para descargar el crudo del carguero. Dicho plan, explicó ENI, no está sujeto a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Reuters reportó el 2 de septiembre que Pdvsa no podía costear una tripulación permanente en el Nabarima ni realizar una operación para transferir el crudo a otra nave por sí sola. A pesar de ello, confirmó que PetroSucre permitió que un técnico corrigiera, en julio, la inclinación de 8% que presentaba. “Pero siguieron otros problemas, incluyendo una fuga de agua marina que afecta al cuarto de motores que no podría ser arreglada, pues las bombas de achique estaban fuera de servicio”, informó la agencia de noticias.
Durante septiembre y octubre, el FFOS de Trinidad y Tobago dirigió una serie de cartas al ministro de Energía, Franklin Khan, y al ministro de asuntos internacionales y Caricom, Amery Browne. Allí exigieron activar un sistema de alerta nacional, enviar una comisión hasta el Nabarima y actuar rápido antes de que ocurriera alguna catástrofe. Este grupo vela por el ecosistema del golfo y el bienestar de los pescadores que dependen de esa zona para su oficio.
Sin embargo, el gobierno trinitario ya había ofrecido a Venezuela su ayuda para atender la situación del carguero. El Ministerio de Energía e Industrias de Energía publicó una nota de prensa el 3 de septiembre donde afirmó estar en contacto con el gobierno venezolano y reiteró que no podían ingresar al territorio sin autorización. Además, recordaba que entre ambas naciones existe un acuerdo bilateral que les permite actuar en caso de un derrame de crudo.
Pdvsa desmiente
Pdvsa, empresa responsable por el FSO Nabarima, desmintió la información transmitida por los medios y redes sociales sobre la inclinación del barco en un comunicado el 5 de septiembre: “Al respecto, la Empresa Mixta Petrosucre S.A., operadora del Campo Corocoro Oeste, informa a la comunidad nacional e internacional que este buquetanque posee todas las condiciones operativas y de seguridad y no constituye en forma alguna amenaza al ecosistema de la zona”. Además, en la misma nota señalaron que el INEA certifica constantemente el Nabarima, siendo el 16 de agosto la última inspección.
La lucha por que el gobierno trinitario actuara de inmediato continuó por parte del FFSO. En una entrevista para The Voice of Agriculture del 7 de septiembre, Gary Aboud, secretario corporativo del grupo, denunció que el ejecutivo de Puerto España no hacía lo suficiente para lidiar con el Nabarima. Además, Aboud sentenció la complacencia del gobierno trinitario al aceptar la información sobre una supuesta estabilización sin siquiera verificarlo ellos mismos.
“Lo único que hemos pedido al honorable ministro Franklin Khan es que no debemos recibir información de segunda mano por parte del régimen de Maduro. El ministro Khan dijo que todo estaba bien, sin problemas. ¿Pero quién puede confiar en el régimen de Maduro? Ellos no tienen una reputación de honestidad. Hay un montón de alegatos y esto no es un asunto donde podemos recibir información de segunda mano”, indicó Aboud, que además exhortó al cumplimiento del tratado bilateral que tiene Trinidad con Venezuela.
Aboud se acercó al Nabarima
Cansado del silencio y de la falta de claridad de las autoridades, Aboud se acercó personalmente hasta el Nabarima el 16 de octubre. Tomó fotografías del carguero y grabó un video denunciando su situación. Las imágenes se hicieron virales. Ya para este momento, el gobierno venezolano afirmaba haber solventado la inclinación del Nabarima. Aboud denunció que era visible una inclinación de 25 grados en el carguero.
“Hoy fuimos a buscar información confiable sobre la condición del Nabarima. Lo que encontramos es aterrador. Pero tenemos que decirles la verdad. Algunos dirán que no tenemos nada que buscar allí. Pueden decir lo que quieran, pero nosotros tenemos un deber con nuestros 50.000 pescadores, con nuestro ecosistema marino, con el ambiente y con nuestros hermanos del Caribe”, alertó Aboud en el video publicado en Facebook.
Días después de la publicación, el secretario corporativo de FFSO aseguró que este fue una pieza clave para apresurar las medidas de salvamento del Nabarima: “En primer lugar, el video destaca la amenaza que ponía en riesgo al Caribe, pero más importante, muestra lo absurdo que pueden ser los conceptos como soberanía de estado y delimitaciones marítimas, pues estos no deberían impedir nunca una respuesta apropiada frente a amenazas medioambientales”.
Diferentes medios señalaron que las sanciones de Estados Unidos impedían a otros Estados intervenir en el rescate del Nabarima. Sin embargo, la embajada estadounidense en Trinidad y Tobago expresó, en un comunicado del 16 de octubre, su preocupación por el potencial desastre que el Nabarima significaba para la región caribeña. Resaltaron que el Nabarima es responsabilidad de Pdvsa y que las actividades para evitar desastres ecológicos no estaban sujetas a las sanciones: “Como norma general, el programa de sanciones a Venezuela por parte de Estados Unidos no atina a las actividades que obedecen a temas de seguridad, ambiente o humanitarios”.
Visita guiada
El primer acercamiento al FSO Nabarima por parte de Trinidad y Tobago se llevó a cabo cuatro días después de que Aboud publicara el video, y tras dos meses de espera: el 20 de octubre un grupo de expertos trinitarios inspeccionó el carguero. Partieron de Piarco hacia Güiria donde autoridades venezolanas los esperaron para escoltarlos al barco.
La expedición, informó el ministro Khan en una rueda de prensa, tuvo una duración de tres horas, tiempo durante el cual tomaron muestras del crudo, 23° API, para detectarlo en el agua en caso de que ocurriera algún derrame de petróleo en Paria, y revisaron todas las áreas relevantes del barco. Entre ellas, la borda, el control de tanques, cuarto de máquinas y calderas. “El reporte indica que todo está en orden. El equipo asegura no haber visto indicios de agua filtrándose. El barco está en funcionamiento. Pero estaban realizando algunos arreglos a las bombas, y otros menores. Sin embargo, el mantenimiento del barco cumplió con las demandas del equipo”, dijo el ministro de Energía.
Luego del pronunciamiento oficial sobre la visita al Nabarima, el periódico Trinidad and Tobago Guardian reportó que a los técnicos no se les permitió realizar ningún tipo de revisión técnica, sino observar y tomar notas para aseverar lo que el gobierno venezolano les informaba meses atrás. Tampoco les fue permitido tomar videos o fotografías. En el artículo con fecha del 23 de octubre también fue resaltada la petición del ministro de relaciones exteriores, Amery Browne, para visitar nuevamente el Nabarima en un mes.
Hoy día se está llevando a cabo el trasiego de 700.000 barriles de petróleo desde el Nabarima hacia el Aframax Icaro. Este proceso tomará dos semanas en completarse, y aún quedará una carga significativa de crudo dentro de la nave. Existen riesgos en esta operación. Sin embargo, Klein recuerda que esta tarea es rutinaria para todo FSO y que, si ocurriera un derrame, no se volcarían 1,3 millones de barriles al mar. “Cualquier operación está sujeta a accidentes, pero no hay que alarmar tanto. Se debe explicar que hubo una situación irregular, pero que finalmente, están enmendando”, puntualizó el biólogo.
¿Si ocurriera un derrame de petróleo?
Desde que Aboud se acercó al FSO Nabarima el 16 de octubre no ha regresado. Sin embargo, sigue atento a la situación, pues insiste en que el traspaso de petróleo del Nabarima a otro barco implica ciertos riesgos. “No es una tarea fácil ni segura. Es por lo que hemos reiterado nuestro llamado para que se desplieguen los equipos de contención de petróleo, como las barreras oleolíficas, en caso de que ocurra lo peor”, dijo.
Si un derrame de petróleo ocurriera en el golfo de Paria, la población de manglares, arrecifes y corales sería destruida. De igual forma, acabaría con la vida de especies marinas: cangrejos, camarones, ballenas y delfines. En el aspecto económico, tanto los pescadores trinitarios como los venezolanos enfrentarían una crisis aguda; el turismo caribeño, con sus playas y destinos singulares se paralizaría.
Para Aboud el escenario de un derrame implicaría la transformación de la cuenca oceánica a un depósito de hidrocarburos y un desierto marino. Este no solo afectaría a Trinidad y Venezuela, pues el golfo drena al mar Caribe cada siete días, y el viento y las corrientes podrían llevar el crudo por las Antillas menores, incluso llegar hasta las costas de México, como sucedió en 2017 con el derrame del tanque TANK70 en Point-a-Pierre, Trinidad.
El Nacional intentó obtener declaraciones de la representación diplomática de Venezuela en Trinidad y Tobago, pero no hubo respuesta.
El Nacional