El venezolano Rómulo Otero sufrió un rodillazo que le propinó la caída de parte de su dentadura. Un compañero suyo le entregó las piezas al árbitro Jean Pierre Gonçalves Lima y éste se las llevó al línea.
Increíble situación se vivió en una nueva fecha del Brasileirao. En el duelo que terminó en empate 1-1 entre Corinthians y Atlético Goianiense en el estadio Olímpico Pedro Ludovico Teixeira, el venezolano Rómulo Otero terminó dejando cuatro dientes en cancha.
Cuando iban 13 minutos de partido, el jugador involucrado intentó pasar entre los rivales Dudu y Gustavo Ferrareis, y fue este último quien le terminó propinando un rodillazo a la altura de la boca. Por la acción, no hubo ni amarilla. Fabio Santos, autor del empate del Corinthians a través de un penal, fue quien levantó los dientes de su compañero del césped y se los alcanzó al árbitro Jean Pierre Gonçalves Lima, quien posteriormente corrió a dárselos al juez de línea.
A pesar de la dura infracción, Rómulo Otero siguió jugando hasta los 65 minutos de partido, cuando fue reemplazado por Everaldo.
Olé