La fiscal general de Nueva York, Letitia James, demandó el lunes a la diócesis de la Iglesia católica en Buffalo y a dos de sus antiguos responsables por el supuesto encubrimiento de acusaciones de conducta sexual inapropiada y el uso inadecuado de los fondos de beneficencia al respaldar a curas pedófilos a los que se les permitió jubilarse o apartarse de la institución.
La denuncia contra la diócesis, el exobispo Richard Malone y el obispo auxiliar Edward Grosz se produjo tras una investigación de dos años que halló que se protegió a los curas señalados al permitirles alejarse de sus puestos en lugar de seguir el proceso obligatorio que los habría expuesto a una posible expulsión del sacerdocio por parte del Vaticano.
Durante años, la diócesis de Buffalo y sus responsables no protegieron a los menores de los abusos sexuales», señaló James en un comunicado. En su lugar, optaron por proteger a los mismos sacerdotes que fueron acusados de manera creíble de actos atroces».
La diócesis reconoció recientemente acusaciones fundamentadas de conducta sexual inapropiada contra 78 sacerdotes, añadió James. De ellos, más de dos docenas, que finalmente fueron apartados del sacerdocio, no fueron remitidos al Vaticano para ser juzgados, según la demanda civil presentada ante la Corte Suprema del condado de Nueva York.
La diócesis señaló en un comunicado que revisaría la demanda antes de responder.
Mientras tanto, queremos reiterar que hay tolerancia cero para los abusos sexuales a menores o acoso sexual a adultos en la Diócesis de Buffalo por cualquier miembro del clero, empleado o voluntario», explicó su nota. La diócesis ha adoptado rigurosas políticas y protocolos de comportamiento así como un código de conducta que se espera que cumpla todo el clero. Además, la diócesis se ha comprometido a cooperar plenamente con todas las autoridades civiles tanto en el reporte como en la investigación de supuestos delitos y denuncias».
Más de una docena de fiscales generales en todo Estados Unidos han confirmado investigaciones o revisiones de casos de abusos sexuales en la institución luego de un impactante reporte de un jurado investigador de Pensilvania de julio de 2018. El informe aseguraba que, en el estado, alrededor de 300 sacerdotes habían abusado de al menos 1.000 niños en más de 70 años.
AP