El Departamento de Justicia alegó que, a partir de enero de 2013 y hasta diciembre de 2017, D’Amato conspiró con otros, incluidos funcionarios de empresas conjuntas entre PDVSA y varias empresas extranjeras en el rico cinturón petrolero del Orinoco de Venezuela, para lavar el producto de una operación ilegal de sobornos hacia y desde cuentas bancarias ubicadas en el sur de Florida.
La acusación formal alega que, a partir de enero de 2013 y hasta diciembre de 2017, D’Amato conspiró con funcionarios de empresas conjuntas entre PDVSA y varias empresas extranjeras en la Faja del Orinoco de Venezuela, para lavar el producto de una operación ilegal de sobornos, hacia y desde cuentas bancarias ubicadas en el sur de Florida.
Estas empresas conjuntas eran de propiedad mayoritaria y estaban controladas por PDVSA. Según la acusación formal, D’Amato ofreció y pagó sobornos a numerosos funcionarios venezolanos que trabajaban en las empresas conjuntas de PDVSA con el fin de obtener contratos altamente inflados y lucrativos para proporcionar bienes y servicios a las empresas conjuntas de PDVSA.
La acusación formal alega además que durante el curso de la conspiración, las empresas controladas por D’Amato recibieron aproximadamente $ 160 millones de las empresas conjuntas de PDVSA en cuentas que él controlaba en el sur de Florida. Según los cargos, D’Amato usó una parte de esos fondos para realizar pagos a los funcionarios venezolanos o en beneficio de ellos.
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