Por segunda jornada consecutiva, los Cardenales de Lara se apoyaron en su tórrida ofensiva para imponerse 9-3 a las Águilas del Zulia. El careo se hizo provechoso para los crepusculares gracias a la producción del cubano Yordanys Linares, quien se fue a las gradas del Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, igual que lo había hecho en la víspera.
Aunque los rapaces abrieron primero el marcador, cuando José Briceño soltó sencillo al lado izquierdo en el primer acto y, Alí Castillo anotó; todo cambió de rumbo en poco tiempo.
Vargas continuó su explosivo andar con el bate, pues en la noche anterior había conseguido una actuación perfecta (4-4) y este miércoles no fue la excepción. El de Caripito soltó doble impulsor de dos carreras para voltear las acciones.
Entonces, el duelo volvió a ser de dos visiones para los equipos en disputa. Para uno fue lamentos y desesperación. Mientras que para el otro fue satisfacción y provecho.
Cardenales se valió del descontrol del pitcheo rapaz y armó su rally de carreras.
Linares sonó sencillo remolcador de una rayita. Josmar Cordero bateó rodado por la segunda base y Vargas cruzó la goma. Osman Marval disparó biangular al jardín derecho con el que Cordero llegó sin complicaciones hasta el home. Con eso ya los visitantes habían agendado seis anotaciones en la libreta.
Los zulianos despertaron de a poco. Wilyer Abreu conectó sencillo de línea al patio derecho con el que Briceño pisó el plato. Les sirvió para descontar la abultada diferencia en el cuarto tramo.
Pero, una vez más, los larenses recuperaron terreno al ver el portentoso batazo de uno de los suyos.
Linares descargó todo su poder a las gradas del jardín derecho en el quinto capítulo. Su tercer vuelacercas de la campaña llegó de manera elevada y sin compañeros a bordo. Desde que impactó con el madero, la bola llevaba destino donde no llegan los guantes.
En el séptimo, Carlos Rivero falló con rodado a la inicial, pero suficiente para que Vargas anotara la octava rayita de los crepusculares en el encuentro.
Las Águilas estaban más que lastimadas, pero José Briceño consiguió otra anotación para el equipo, por medio de un elevado de sacrificio en el octavo episodio. Daniel Brito hizo sonar la registradora en la jugada.
En la parte alta del noveno, Cordero se sacrificó con fly al centro, que permitió a José Tabata marcar la novena y última rayita del compromiso.
Cuando el bateo responde, coloca en una situación agradable a cualquier lanzador. En este caso, Raúl Rivero se apoyó en lo que habían conseguido sus compañeros en la batería. Trabajó cinco episodios, para embolsillarse el primer triunfo de la temporada.
Por su parte, Elvis Araujo despertó del sueño inmaculado que tenía en la campaña, pues en su tercera salida como abridor no pasó de 2.2 Innings de labor. El zurdo fue castigado con cinco incogibles, seis rayitas, aunque solo dos fueron limpias. Su efectividad quedó en 1.54 y logró ponchar a dos bateadores.
LVBP