La serie documental The Last Dance, que retrató la dinastía de los Chicago Bulls de Michael Jordan, Scottie Pippen y Dennis Rodman a partir de su último título, resultó uno de los grandes impactos de 2020 y, al mismo tiempo, marcó algunas diferencias entre los protagonistas. El rol y la posicion incómoda en la que quedó Pip en ciertos momentos del relato (como en el inicio de la última temporada en medio del conflicto salarial) fueron algunos de los ítems en el centro de la tormenta.
La periodista Jackie MacMullan había advertido que Pippen estaba “más que enojado” por el documental. Sin embargo, en declaraciones a AP a fines de julio, el alero había señalado “¿por qué me ofendería algo que sucedió hace 30 años?”. “Fue una oportunidad para nuestra generación más joven que no había visto ni sabido nada sobre el baloncesto en los años 90”, aseveró entonces.
Pues bien, Scottie finalmente abrió su corazón y dio a conocer públicamente su disgusto con la serie. Lo hizo en una entrevista con The Guardian. “No creo que The Last Dance fuera tan exacto en términos de definir realmente lo que se logró en una de las mejores épocas del básquet. También por dos de los mejores jugadores, pero uno podría dejar eso de lado y decir que era el mejor equipo de todos”, dijo sobre los míticos Bulls. ¿No hizo entonces justicia con aquel elenco perfectamente conducido por Phil Jackson? “Se trató más de Michael buscando enaltecerse y ser glorificado”, golpeó.
Pippen entiende que ciertos retazos de la obra no dejan bien parado a MJ. “Resultó contraproducente hasta cierto punto, ya que la gente tuvo la oportunidad de ver qué tipo de personalidad tenía Michael”, resaltó en relación a su espíritu competitivo, que muchas veces llevaba a sus compañeros a límites para los que no estaban listos, o a la utilización del trash-talk, el lenguaje soez para reducir psicológicamente a sus adversarios.
Scottie tuvo la oportunidad de hablarlo cara a cara con Jordan, tal como reveló en la entrevista. “Le dije que no estaba muy contento. Me dijo: ‘Ey, tienes razón’. Eso fue todo”, concluyó.
Más allá de las diferencias, Jordan y Pippen conformaron una de las sociedades más impactantes de la historia del deporte. Juntos, cosecharon seis anillos de la NBA con los Bulls y dejaron una huella indeleble en la historia del baloncesto, que reverdeció a partir del estreno de la serie.
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