Desde los primeros meses del próximo año los trabajadores y residentes del Vaticano, y entre ellos el papa Francisco, podrán vacunarse contra la COVID-19 y para ello se han reservado vacunas de compañía farmacéutica Pfizer.
La invitación, a las administraciones del Estado de la Ciudad del Vaticano y de la Santa Sede es concienciar a todos que, la vacuna no es solo para salvaguardar su propia salud, sino también la de otras personas, se explica en la pagina oficial de la información vaticana.
El nuevo director de la Dirección de Salud e Higiene de la Gobernatorado del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, explicó que “solo a través de la inmunización generalizada y generalizada de la población se pueden obtener beneficios reales en términos de salud pública. Para hacerse con el control de la pandemia. Por lo tanto, es nuestro deber ofrecer a todos los residentes, empleados y sus familias la oportunidad de vacunarse contra esta temida enfermedad”.
Para los cerca de 3.000 empleados y 800 residentes del Vaticano, Arcangeli explicó que se ha reservado la vacuna fabricada por la compañía farmacéutica Pfizer, la primera en introducirse en uso clínico, que ha demostrado tener una efectividad del 95%.
“Actualmente esta vacuna es la única cuya aprobación por parte de las autoridades sanitarias europeas y americanas está en curso. Como se sabe, la campaña de vacunación con este producto ya ha comenzado en Inglaterra. Posteriormente, se pueden introducir otras vacunas producidas con diferentes métodos después de evaluar su efectividad y total seguridad”, agregó.
Explicó que por el momento, en el Vaticano no se vacunarán a los menores de 18 años pues “aún no se han realizado estudios que incluyan a este grupo de edad”, mientras que “para las personas alérgicas siempre es aconsejable una evaluación médica antes de someterse a cualquier tipo de vacunación”.
EFE