Lo encuentran sin signos vitales. En un cuarto, con una correa atada el cuello y guindando del techo se encontraba Carlos Vargas de 34 años tras quitarse la vida en la casa de su tía ubicada en Rastrojitos, zona norte.
Según fuentes policiales Vargas decidió quitarse la vida con una correa sin pensarlo dos veces, pues aparentemente tenía trastornos depresivos.
De acuerdo a la versión que manejan los funcionarios, un familiar entró al cuarto el día de ayer y se llevó la sorpresa de encontrar a Vargas muerto y quedó en shock al ver el cuerpo guindando.
Funcionarios del CICPC fueron hasta Rastrojitos para levantar el cuerpo y realizar las experticias correspondientes y seguidamente su cadáver fue trasladado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda donde realizarán los estudios de rigor que servirán para determinar si realmente se quitó la vida. Al momento de su muerte, el hombre vestía un pantalón, franela roja y unos zapatos gris.
Hasta el día de ayer en horas del mediodía los familiares de Vargas aún no habían llegado hasta la morgue.
La Prensa de Lara