Es curioso darnos cuenta de que, prácticamente, un tercio de la vida la pasamos durmiendo. Por este motivo debemos entender que dormir bien es esencial en la vida de cualquier persona.
Durante el sueño se producen una serie de procesos biológicos con diferentes funciones, entre otros, recuperar fuerzas, descansar, ayudar a procesar la información y asentar aprendizajes adquiridos en el día. De ahí que dormir bien sea fundamental y necesario para el ser humano.
Fases del sueño
Durante el sueño, nuestro cerebro pasa por diferentes fases que nos ayudan a:
¿Cuánto necesitamos dormir?
Pero no todas las personas necesitamos dormir las mismas horas. La cantidad de sueño que necesitamos depende de varios factores, cambia con la edad, el estilo de vida, el estado de salud y si ha dormido lo suficiente.
El tiempo ideal de sueño es aquel que nos permita realizar las actividades diarias con normalidad. En general, las recomendaciones de salud para un sueño saludable son las siguientes:
¿Cómo nos afecta no dormir?
Además, no dormir las suficientes horas o tener una mala calidad de sueño puede hacernos sentir cansado y afectar a nuestro rendimiento, incluyendo nuestra capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente y formar recuerdos. Esto puede llevar a tomar malas decisiones y ponerse en situaciones de riesgo.
Asimismo, la privación de sueño puede afectar a nuestro estado de ánimo, causando:
Incluso puede afectar a nuestra salud física, aumentando el riesgo de padecer hipertensión arterial, obesidad, diabetes tipo 2…etc
¿Por qué no podemos dormir?
En ocasiones o en algunas etapas de la vida nos resulta especialmente difícil conciliar el sueño, dormir bien o mantener una buena calidad de sueño.
Hay muchos factores que intervienen, entre lo que destacan los psicológicos (tendencia a dar vueltas a las cosas, dificultades para manejar las emociones negativas, creencias erróneas en relación con el sueño, con los consiguientes hábitos inadecuados), el estrés y el miedo a no dormir.
En ocasiones, se podrían tener en cuenta, además, factores hereditarios o familiares y factores socio-laborales que pueden influir en la aparición del insomnio.
Medidas para dormir bien
Para ello, el primer tratamiento de primera elección no es siempre el farmacológico. Lo ideal es adoptar e instaurar unas buenas medidas de higiene del sueño que nos ayuden a conseguir una mayor calidad y cantidad de sueño. Y, además, conseguir que desaparezcan los efectos negativos diurnos.
Las medidas de higiene del sueño para dormir bien se basan en:
¡Más consejos para dormir como un lirón!
Asimismo, debemos evitar el alcohol y el tabaco, porque además de ser perjudicial para la salud, también lo son para el sueño. El alcohol al ser un depresor del sistema nervioso, puede facilitarnos el inicio del sueño, pero suele provocar despertares a lo largo de la noche y, por tanto, que no tengamos un sueño de calidad.
Acondicionar nuestro dormitorio. Es necesario que tenga una temperatura agradable, unos niveles mínimos de luz y ruido y que, por tanto, sea un lugar confortable que nos incite al sueño.
Hacer una comida ligera antes de dormir, ya que las cenas copiosas antes de dormir pueden alterar el sueño. Tampoco es conveniente acostarse con hambre, ya que también nos podría dificultar la calidad del sueño.
Procurar no tomar líquidos en exceso al final de la tarde y por la noche, para evitar tener que levantarse de la cama para ir al baño.
Si estas medidas fueran insuficientes, deberemos acudir al profesional sanitario para que nos recomiende algún tratamiento natural, como la melatonina, o farmacológico en función de su valoración.
Tu equilibrio y Bienestar