El Barcelona logró una victoria sin brillo en Elche (0-2) que le permite mantener su racha triunfal a domicilio en LaLiga y agravó un poco más la situación del equipo ilicitano, que encadena su decimotercer partido sin ganar.
Un gol de De Jong al final del primer tiempo y otro de Riqui Puig, en el ocaso, fueron suficientes para que el Barcelona sacara adelante un compromiso marcado por la ausencia de Leo Messi y en el que Ter Stegen volvió a ser providencial al salvar a su equipo en la única ocasión ilicitana.
El conjunto de Ronald Koeman cumplió desde el primer minuto con el guión previsto y asumió el mando absoluto del partido ante un Elche replegado a la espera de rentabilizar algún error de su rival.
El conjunto catalán, con un ritmo lento y previsible en su sala de máquinas, cargó casi todo su juego de ataque por el costado de Dembélé, quien mantuvo una dura pugna con su marcador, el colombiano Mojica.
El Barcelona, muy atascado e impreciso en su juego de ataque, solo pudo generar algo de peligro en acciones a balón parado y en disparos lejanos de Busquets y Pedri.
El Barcelona, muy fatigado, no permitió que el partido se descontrolara y volvió a bajar las revoluciones del juego con un fútbol lento y sin profundidad.
Almirón intentó reactivar a su equipo con los cambios, entre ellos el del veterano Nino, pero fue el Barcelona el que estuvo más cerca del gol.
Badía evitó dos veces que Trincao se estrenara como goleador con su equipo, pero no pudo atajar un gran cabezazo de Riqui Puig, quien apenas llevaba unos segundos en el campo. El gol puso la rúbrica a una victoria gris del Barcelona ante un rival en caída libre.
EFE