Un pueblo bien orientado hace milagros
Debate y reflexión siguen ausentes en la sociedad venezolana, seguir apostando a la división solo traerá más odio, es tiempo de definir al venezolano como un individuo que indistintamente de su condición social, económica y política pertenece a una tierra común, dividir a venezolanos entre buenos y malos o “chavistas” y “oligarcas” es una necedad infantil que beneficia intereses ajenos y no propios.
Arístides Calvani fue un honorable venezolano promotor de la Democracia que lamentablemente el destino arrebató, parte de su legado fue insistir a través de su hermosa frase “a Venezuela solo la salvan los venezolanos”, los problemas venezolanos deben ser resueltos entre ellos y nadie por buenas intenciones vendrá a hacerlo, Bolívar en uno de sus grandes pensamientos nos recuerda “El que abandona todo por ser útil a su patria, no pierde nada y gana todo cuanto le consagra.”
Son tiempos de realidad real, compromiso y acción, los venezolanos nos extraviamos en el camino a la patria y es necesario volver a ella, el tiempo de ausencia la arrasó, tierra desolada y sin alma quebrada en mil pedazos que implora a diario el regreso de sus hijos, las pasiones horrorosas emanadas de los egos la dejó a merced de cazafortunas sin vocación humana, la casa grande está desmoronada y corrompida esperando pacientemente ser ordenada.
En esta realidad hay hechos que deben ser abordados en su justa medida, no es cierto que haya unanimidad en la comunidad internacional en contra del Gobierno, tampoco es cierto que el Gobierno tiene mayoría popular pero es real que controla el poder, con dudosa legalidad y ausencia de legitimidad pero gobierna, es cierto que hay una crisis económica pero no es verdad que toda esa responsabilidad recaiga en el Gobierno, es cierto que hay una Oposición mayoritaria en contra del Gobierno (80% aproximadamente) pero no es real que esta se sienta identificada con los actores políticos que dicen representarla, es verdad que la Oposición necesita unidad pero la realidad es que no la hay, es cierto que muchos venezolanos se han marchado pero es falso afirmar que la mayoría quiera hacerlo, pudiera continuar en esta dialéctica interminable pero no tendría sentido, lo importante es reconocer que nadie tiene la verdad y que esta se construye entre todos.
El punto de partida para volver a casa es el reconocimiento en las diferencias, volver a recuperar el sentido de República Democrática recurriendo a la soberanía popular (el pueblo) porque cuando esta se impone no hay fuerza tiránica capaz de detenerla, la historia nos ha demostrado que es así, algunos procesos más tardíos que otros, pero siempre prevalece, en consecuencia, el camino a casa puede ser largo pero si este es bien trazado estaremos de vuelta pronto.
José Lombardi
@lombardijose