RUIDO EN LA DELEGADA (I). Hay serios problemas en la Comisión Delegada que sustituyó a la plenaria, en el marco de la denominada “continuidad constitucional”, de la Asamblea Nacional electa en 2015. ¿Cuáles son esas discrepancias? La primera tiene que ver con el reclamo por la aprobación de un pago por más de US$18 millones a abogados que presuntamente han trabajado en la ¿recuperación de activos?, procesos que casualmente maneja el “ruidoso” Javier Troconis. Eso generó una fuerte discusión y el posterior reclamo, porque que se sepa oficialmente los únicos intentos conocidos de recuperación de activos, han resultado en escándalos y no se ha recuperado nada. Algunos defensores del interinato alegaron que están los casos de CITGO y el oro en el Banco de Inglaterra, pero resulta que esos activos están protegidos por ambos gobiernos y no es el resultado de una acción de abogados contratados. Pero además se cuestionó que se asignó las tareas a bufetes sin previa licitación, sino a dedo usando la figura de la emergencia. Incluso en el punto de cuenta no hay detalles de los nombres de los bufetes, países donde operan y los casos que han resuelto. Aprobaron el punto a ciegas y eso es una clara violación de la transparencia en el manejo de los recursos del país. Esa aprobación sin detalles calza en la figura jurídica: “Indeterminación subjetiva”. Adicionalmente, uno de los presentes me comentó: “Internacionalmente opera de forma legal la figura de los ‘caza rentas’ que tienen como función recuperar deudas o activos. Ellos cobran una comisión alta, pero se les paga una vez han recuperado la deuda o el activo y no bajo la figura de honorarios. Eso me lleva a pensar que hay algo turbio en la aprobación de esos US$18 millones. Incluso viola la ley que aprobamos en diciembre y que reglamenta esa recuperación de activos”. A pesar de todos los cuestionamientos, el pago se aprobó, pero sigue siendo un tema que genera ruido en la AN 2015.
BIDEN Y VENEZUELA (I). A pesar de que aún no hay anuncios oficiales al respeto, ya existe un plan de la administración de Joe Biden hacia la búsqueda de una más o menos rápida solución a la crisis venezolana. Afortunadamente, lo planificado es un poco diferente a lo que se venía infiriendo, según la información recibida. ¿Qué se infería? Hagamos un recuento para que usted comprenda a cabalidad cuáles son los cambios que estarían planteados. En primer lugar, se entendía que a consecuencia de las secuelas económicas, sociales y sanitarias de la pandemia; pero adicionalmente por la fractura institucional que trató de concretar Donald Trump con sus denuncias de fraude electoral y el intento de autogolpe del 06/01 con el ataque al Congreso, Venezuela no aparecería entre las prioridades de la nueva gestión y eso es absolutamente comprensible. Por eso se presumía que el conflicto venezolano no sería tratado en profundidad en los primeros 100 días de la administración Biden. De ahí se infería que cuando se decidieran a acelerar sus intenciones con la crisis nacional, comenzaría una gran negociación internacional que tendría como protagonistas no solo a oposición y chavismo, sino también a la Unión Europea junto a EEUU, pero también a Rusia, China y Cuba como aliados no solo confiables para el régimen, sino también con fuertes intereses en Venezuela. ¿Cómo obligar al oficialismo a aceptar las negociaciones? A través de las sanciones internacionales que serían usadas para presionar y llegar a acuerdos de flexibilización gradual, en la medida que el chavismo aceptara las exigencias. ¿Pero eso ya no se hizo con Trump? Si y no. Si, porque las sanciones han sido muy duras contra individuos y grupos, pero también contra la nación, pero no dieron el resultado esperado. ¿Cuál era ese resultado esperado? La inmediata rendición incondicional de Maduro y el chavismo, sin ofrecer alternativas que sirvieran como atractivo para ellos. ¿Cuál resultado esperarían ahora? Que Maduro y el chavismo aceptaran las exigencias de elecciones libres y transparentes, a cambio de no pretender el ajusticiamiento del chavismo y que este sector pudiera seguir existiendo como actor político, además por supuesto del levantamiento de algunas sanciones para darles mayor capacidad de maniobra, en la resolución de algunos problemas sociales y económicos. Lo medular sería tratar de construir un acuerdo ganar-ganar, porque pretender que se logren todos los propósitos de la oposición sería un exabrupto y no ayudaría a la búsqueda de una solución. En ese sentido y a partir de esas negociaciones se podría construir una hoja de ruta que iniciaría con la depuración total del sistema electoral, incluyendo la elección de los nuevos rectores y esa limpieza se probaría en las elecciones regionales y municipales que corresponden este año, dejando para 2022 la convocatoria de un referendo revocatorio para salir de Maduro. Ese escenario no solo lo veíamos los analistas que coincidíamos en la citada hoja de ruta, sino también en el chavismo que desde la victoria de Biden comenzaron a asomar la posibilidad del diálogo y de una negociación. Ahora bien, a pesar del muy corto tiempo que tiene Biden en la Casa Blanca, ya comienzan a conocerse los aparentes detalles más gruesos e importantes del plan que tiene para resolver la crisis venezolana. ¿Cuáles son? Gracias a dos fuentes ampliamente conocedoras del tema y que además han participado en reuniones en Washington, paso a explicar en exclusiva esos detalles.
COMPETENCIA. Omar Prieto nunca ha dejado de ser alcalde y de hecho piensa y actúa como tal. Con esa mentalidad sigue enfrascado en una lucha personal con el alcalde de Maracaibo, Willy Casanova, para ver quien destaca más en el PSUV. ¿Quieren un ejemplo? Bueno resulta que Casanova trata de enderezar el barco de su pésima gestión y en ese sentido el pasado 20 de enero hizo un acto con los empresarios de la ciudad, para presentarles el “Plan Maracaibo produce” que seguramente no llegará a nada, pero por lo menos trata de hacer cosas en medio de la crisis y la destrucción de la ciudad y su sector comercial, del cual por cierto él también es responsable. ¿Qué hizo Prieto en respuesta? Pues que se reunió con el sector empresarial el 21/01/2021, o sea menos de 24 horas después, supuestamente para evaluar planes operativos durante las semanas de flexibilización por la pandemia, pero en el fondo la intención era ratificar su autoridad en el estado y además hacer algo de bulla, en medio del estruendoso fracaso de su gestión. Parece que Prieto no termina de entender que Casanova no es un problema para su aspiración a repetir en la Gobernación, ya que su dificultad mayor radica en la decisión del PSUV de sustituirlo, hasta ahora, por el general Néstor Reverol. Creo que Omar sigue empeñado en llevarse a Casanova en su caída por el barranco chavista. Consulté a una fuente en la Alcaldía de Maracaibo e insisten en la estrategia de no responder los ataques de Prieto. Willy tendrá sus razones. Antes que se me olvide, en Fedecámaras Zulia hay tremendo paranpanpán por los acercamientos con Casanova y Prieto, pero eso lo cuento la semana que viene.
MUGRE. Al esfuerzo del gobierno interino y de Voluntad Popular de lavarse la mugre que ensucia su imagen, le cayeron como anillo al dedo las palabras del embajador de EEUU en Venezuela, James Story, en las cuales aclara que el gobierno de esa nación no ha entregado dinero a políticos venezolanos y que además tienen control de todos los recursos asignados. El señor embajador dijo dos verdades que han sido usadas para los fines lavatorios del interinato y VP. ¿Cuáles son? La primera que el gobierno de EEUU entrega el dinero a instituciones y organizaciones no gubernamentales, para apoyar a la población. Eso es absolutamente cierto, pero además nadie ha dicho que ellos depositan el dinero en la cuenta de Guaidó, López, Ramos, Rosales y otros. No, porque el dinero va a ONGs que están bien identificadas y algunas de las cuales tienen un origen político. ¿Cuántas ONGs tiene Voluntad Popular? Que yo sepa dos. Pero además hay dinero que ha sido asignado al Fondo para la Liberación de Venezuela que es un parapeto creado por el gobierno interino con un pote de US$80 millones y que es manejado por Alejandro Plaz, persona cercana y de mucha confianza de Leopoldo López, pero además en el Consejo de Administración hay un personaje que ha aparecido en escándalos como Fernando Blasi. Y, de hecho, por si alguno quiere desmentir esto, la Asamblea Nacional aprobó el pasado 26/12/2020 una reforma del fondo. Pero además es importante conocer el papel que ha tenido la Fundación Simón Bolívar de Citgo y el dinero que ha manejado. A propósito de las palabras de Story y el uso que le ha dado a ello los laboratorios del Centro de Comunicación Nacional y VP, es bueno recordar toda la información que salió a raíz de la detención de Roland Carreño, sobre el festín con el dinero recibido. Es tan preocupante la falta de transparencia en el interinato, que el comisionado presidencial para las relaciones exteriores, Julio Borges, exigió cuentas claras e investigaciones responsables en un hilo de Twitter que publicó el pasado 22 de enero. La procesión va por dentro.
BIDEN Y VENEZUELA (II). Paso a contar y analizar los detalles recibidos, hasta ahora, sobre el plan de Biden hacia Venezuela. Lo primero que debo decir es que lo adecuado es hablar de un plan hacia la región, tomando en cuenta el interés del nuevo presidente de estabilizar el continente luego de los estallidos sociales de 2019, pero sobre todo a raíz de las consecuencias que la pandemia está generando en nuestros países. Se trata de recuperar el liderazgo de EEUU en el continente, pero con un papel de apoyo político y económico con un comportamiento menos agresivo que el ejecutado por Trump. En ese marco, el punto principal para estabilizar la región es resolver el conflicto político en Venezuela, porque de esa forma se atienden los problemas económicos y sociales que se derivan de lo político. Y para lograr tal objetivo han venido conversando con los posibles aliados internacionales que pueden influir en esa salida del conflicto. En ese ámbito, se trata no solo de incorporar a la Unión Europea, sino a otras naciones que tienen mucho que decir sobre Venezuela como consecuencia de sus fuertes intereses económicos, más que ideológicos. ¿Quiénes son esos países? Rusia, Cuba y China serían parte fundamental de la solución, que por cierto no era la que veníamos infiriendo, sino una más interesante. ¿Cuál sería la solución? Paso a contar los detalles claves. Lo primero y principal es que supuestamente no hay ninguna negociación prevista en el plan de Biden, porque estiman que el tema venezolano está suficientemente claro y no hay nada que conversar, sino ir al grano. ¿Cuál es el grano? La realización de elecciones presidenciales y parlamentarias libres, transparentes, confiables y muy supervisadas este mismo año. Cuando escuchaba la explicación de las fuentes que gentilmente facilitaron los detalles, surgió de inmediato una interrogante y la hice. Si Maduro tiene mayor control territorial y la oposición sigue dividida en varios pedazos, ¿A cuenta de qué el chavismo aceptaría esas elecciones? Aquí viene lo interesante y novedoso, porque Rusia, China y Cuba se encargarían supuestamente de “convencer” a Maduro y el resto de los líderes chavistas de aceptar la propuesta. ¿A cambio de qué esos países lo harían? Ahí entraría en juego la diplomacia y el juego geopolítico. Comienzo con Rusia, porque al parecer sería Vladimir Putin quien tendría el rol protagónico para convencer al chavismo y los rusos recibirían a cambio una flexibilización de las sanciones en su contra, además de que presuntamente EEUU dejaría de boicotear la terminación del gasoducto Nord Stream 2, que permitiría a Rusia alcanzar un suministro de 110.000 millones de metros cúbicos de gas a Europa, sin tener que cruzar el territorio de países como Ucrania o Polonia. Con China se cambiarían las reglas de juego en materia de comercio, que fueron tema de gran tensión durante la gestión de Donald Trump. Mientras que con Cuba la idea de la administración Biden es retomar el plan que inició Barack Obama de regularización de las relaciones, lo que se traduciría en más turismo, inversiones, suministro de combustible y hasta el restablecimiento del envío de remesas que es fundamental para la población cubana. Adicionalmente, Estados Unidos garantizaría que los intereses de ese trío de países en Venezuela serían respetados por un nuevo gobierno e incluso que las relaciones sigan siendo cordiales, además de tener, sobre todo Rusia y China un papel importante en la recuperación económica. Con la participación de esa coalición internacional se exigiría al chavismo la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias para finales de este año, incluyendo previamente la depuración del sistema electoral para que la población recupere su confianza en el voto. ¿Por qué Maduro y su banda aceptarían? Porque si Rusia, Cuba y China hacen frente común con EEUU y la UE, no tendrían más remedio que aceptar, porque de lo contrario se quedarían sin aliados internacionales y quedarse solos los haría más vulnerables. ¿Y el papel de Irán? Ahí también entraría en juego Rusia, que buscaría que los iraníes aprueben la solución y ellos se podrían beneficiar de una mejoría en las relaciones con EEUU. Si todas las piezas engranan, cosa en la cual ya está trabajando arduamente el equipo designado por Biden, el régimen no tendría más remedio que aceptar. ¿Cuál sería la nueva hoja de ruta? Incluiría estas acciones, por supuesto a partir que el régimen acepte: depuración total del sistema electoral (nuevos rectores, limpieza del registro electoral y nuevo software en las máquinas, además de supervisión internacional en cada etapa), libertad de los presos políticos, devolución de los partidos confiscados por el chavismo y la elección del candidato de la oposición. El punto culminante de la hoja de ruta es la elección presidencial y parlamentaria para el último trimestre, dejando las regionales y municipales para 2022. ¿Cómo será elegido ese abanderado de la democracia? Lo explico a continuación. ¿Maduro podrá ser candidato? También lo analizo en el próximo comentario.
DESBANDADA EN VP. Un amigo que integra el Equipo Nacional de Activistas (ENA) de Voluntad Popular, o sea la dirección nacional de ese partido, me informa que hay una desbandada terrible en la organización luego de todos los escándalos de corrupción y la vida de lujos de algunos de sus dirigentes, que han trascendido ante la opinión pública. La desbandada se aceleró a partir de la detención de Roland Carreño y la información que surgió sobre el manejo del dinero en VP. Eso los dejó desnudos y con serios problemas financieros y comenzaron a fallar en sus compromisos. Por eso los 150 asesores y operadores políticos que estaban contratados, renunciaron porque ya no les estaban pagando sus honorarios de forma puntual, como si ocurría antes de la captura de Carreño. La fuente me informa que además la pelea entre Guaidó y Leopoldo se agravó a partir de la eliminación del Centro de Gobierno y que López quiere desligarse del fracaso del interinato. El amigo terminó con una idea que demuestra el estado de calamidad que hay en VP: “Este partido dejó de ser un instrumento para la liberación de Venezuela, porque se convirtió en una empresa para enriquecer a 25 tipos que usan la crisis venezolana”. ¿Recuerdan la “Franquicia en el Exilio”? Sin más comentarios, me retiro lentamente.
NUEVA UNIDAD. Desde el Partido de Centro Democrático (PCD) se insiste en su propuesta de realizar una gran consulta nacional o primarias, para legitimar a los líderes que van a conducir la lucha opositora este año. Sobre el tema conversé con su presidente, Carlos Alaimo, quien me explicó que ese concepto de la “Unidad soy yo” ya no se lo cala el ciudadano, quien quiere participar en la selección de sus líderes y en la toma de decisiones importantes: “No se puede seguir cometiendo el error de seguir apartando a la gente para las decisiones que tienen que ver con el destino de la nación. Si Guaidó actúa con inteligencia debería plantear esa consulta y someter su liderazgo a la evaluación ciudadana. Esa es una vía para que Guaidó y la oposición se reencuentren con la gente y construir no solo una alianza fuerte, sino trazar una estrategia avalada por el pueblo”.
BIDEN Y VENEZUELA (yIII). Ahora bien, explicado los detalles conocidos hasta ahora, quedan otros cabos sueltos que debo explicar. Lo primero, ¿Qué recibiría el chavismo a cambio? Lo primero es una salida política y pacífica que les garantiza lo segundo, que es seguir existiendo como actor político y mientras eso sea posible la aspiración de mantener cuotas de poder alcanzadas por medio del voto, es absolutamente viable. Nos guste o no el chavismo es una realidad política, más allá de sus errores y atrocidades. ¿Y cómo queda la justicia? Eso también vendrá y tendrán las instituciones nacionales e internacionales que actuar para castigar a quienes hayan cometido delitos de corrupción y de lesa humanidad. ¿Maduro podrá ser candidato? De eso no me informaron nada, porque pareciera que no existe una posición definida. A mi criterio muy personal no deben colocar obstáculos para que sea candidato en las presidenciales, porque de esa forma se le deja ese “paquete” al chavismo que tendrá que resolver internamente. En este punto es bueno recordar que, a pesar de que Maduro exhibe mayor poder territorial y control dentro del PSUV, es el líder con mayor rechazo en Venezuela y eso también toca al chavismo. Dejando ese “paquete” al oficialismo ellos tendrán que decidir internamente si corren el riesgo con Maduro o lanzan a otro candidato como Jorge Rodríguez o Héctor Rodríguez, por solo nombrar a dos. Si el chavismo pisa el peine y deja a Maduro como candidato, eso sería un aliciente para la ciudadanía democrática ir a las urnas y castigar a Maduro. ¿Y la oposición? El beneficio sería poder cumplir con la vieja y añejada promesa del cambio, por lo que lo resaltante es destacar las tareas que tendrían pendientes en esta hoja de ruta. Al parecer, EEUU va a insistir en una depuración de la oposición para alejar a todos aquellos que han incurrido en actos de corrupción e irregularidades. Los gringos saben muy bien quién es quién y podrían pedir que los bandidos sean excluidos, para evitar ruidos innecesarios. Y la otra tarea es organizar unas primarias para elegir el candidato presidencial que se presentaría en las elecciones de diciembre. Los cálculos que han hecho en el equipo de Biden, con la participación de opositores serios, es que hay tiempo para organizar esas primarias antes de octubre y que el pueblo elija entre los que tienen aspiraciones, quien sería el adversario del chavismo. ¿Y Guaidó? A pesar de que la administración Biden lo reconoce, eso no lo faculta para ser directamente el candidato. Si el quiere medirse en las primarias, pues sería bienvenido como también lo serían Maria Corina Machado, Henrique Capriles, Antonio Ledezma y cualquier otro que se sienta en la capacidad de dirigir la reconstrucción de Venezuela. Es pertinente acotar que, si todo se cumple como está planeado, el chavismo no tendría ninguna oportunidad de ganar esas presidenciales porque sería una avalancha de votantes opositores que llenarían los centros de votación en Venezuela y en el mundo. A pesar de la derrota, el chavismo seguiría siendo un actor político y seguramente lograría algunas gobernaciones, alcaldías, diputados, legisladores y concejales en los procesos que vengan a posteriori. Seguramente este plan tendrá tropiezos y se podrían agregar otros elementos. Pero lo cierto es que Venezuela si es una prioridad para Joe Biden en el marco de su plan de estabilizar la región. ¿Se lograrán los resultados? Eso va a depender del nivel de compromiso de las naciones involucradas y de la capacidad de convencimiento que tengan los aliados del chavismo, con el chavismo. De corazón espero que sí, porque Venezuela y los venezolanos no soportan más el peso de la tragedia. Esto al parecer es lo que se está trabajando desde hace varias semanas, pero admito que un cambio en el enfoque es perfectamente posible. Nada está escrito en piedra y los escenarios pueden variar. Esperemos los anuncios y acciones oficiales en este sentido. Casi se me olvidaba algo importante y es que una vez se ponga en marcha el plan, comenzaría el apoyo humanitario para atender a los venezolanos, sobre todo a quienes están en situación de vulnerabilidad.
RUIDO EN LA DELEGADA (yII). El segundo problema tiene que ver con la permanencia de Javier Troconis como responsable de la recuperación de activos en el exterior. Desde septiembre hay diputados que vienen pidiendo su suspensión o destitución mientras se investigan los hechos que se le imputan ante la opinión pública, pero el tipo sigue en el cargo. Uno de los que cuestiona me dio más detalles: “Troconis no solo es ficha de Henry Ramos Allup, sino que también está vinculado con Rafael Ramírez y por eso es casi que intocable, a pesar de todos los escándalos en los cuales está envuelto”. Mientras que el tercer y último impasse tiene que ver con la designación de Andrés Yrigoyen como presidente de las juntas directivas ad hoc de Citgo Holding y PDV Holding, decisión tomada el 08/01/2021 ¿Por qué la discrepancia? Porque a este señor se le relaciona directamente con Rafael Ramírez, pero además fue, al parecer, el esbirro que usó Chávez para desalojar y perseguir a la Gente del Petróleo en el estado Anzoátegui. Por cierto, que el pago por US$18 millones demuestra que el gobierno interino sí maneja dinero y lo hace, entre otras vías, por el Fondo para la Liberación de Venezuela. Las cosas están que arden en la AN.
BOD. Esta semana en #CONTRASTES converso con Julio Montoya, sobre los avances en la investigación contra Víctor Vargas, presidente del Banco Occidental de Descuento, y la estafa en dólares cometida contra miles de venezolanos, pero además sobre la corrupción en el gobierno interino.
REAPARECE. A todos aquellos que me han preguntado por la columna “Me lo dijo un pajarito” de la colega, Yrmana Almarza, les informo que ella reaparece el viernes 5 de febrero en Verdades y Rumores, pero con una nueva columna de opinión y reflexión que tendrá un nombre muy particular: “Los Cuentos de La Madame”. No se la pierdan desde el 05/02 en www.verdadesyrumores.com.
Darwin Chávez