Este viernes 12 de febrero al menos trece personas murieron y 26 resultaron heridas por la explosión de una fábrica de pirotecnia en el estado de Tamil Nadu, en el sur de la India, en una nueva catástrofe industrial en el país asiático.
«La explosión ha dejado 13 muertos y 26 heridos, que ya han sido trasladados al hospital», dijo a Efe P. Perumal, el superintendente de Policía de la ciudad de Virudhunagar, donde tuvo lugar el suceso.
La fuente precisó que el incidente se produjo hacia las 13.30 hora local (8.00 GMT), y apuntó a que la investigación inicial sugiere que los trabajadores de la fábrica estaban mezclando varios componentes químicos necesarios para la elaboración de fuegos artificiales cuando tuvo lugar la explosión.
El fuego ha sido extinguido, concluyó Perumal.
El primer ministro de la India, Narendra Modi, expresó su solidaridad con las familias de los fallecidos en un comunicado y anunció compensaciones económicas para los afectados por la tragedia.
Los derrumbes, incendios y otros accidentes industriales son frecuentes en la India, a menudo debido al precario estado de las infraestructuras y a la falta de mantenimiento, factores alimentados por la corrupción y prácticas ilegales en el sector de la construcción.
El mes pasado, 24 personas murieron por el derrumbe de un cobertizo situado en un crematorio municipal durante un funeral en el norte del país, desatando la ira de cientos de personas que denunciaron la precariedad de la obra municipal.
También el mes pasado diez bebés murieron en un incendio en un hospital en el oeste de la India, que provocó numerosas críticas por la desidia en las medidas de seguridad.
Según los últimos datos oficiales disponibles, en 2018 se registraron en la India 13.099 incendios en edificios gubernamentales, colegios, residencias y otros lugares, en los que 12.748 personas murieron y 777 resultaron heridas.
EFE