El engendro heredero que, para desgracia de Venezuela y de su pueblo, está al frente del régimen ejerce un rol denigrante, de baja conceptualización ética. Sus discursos están fuera del contexto lógico y reflejan un índice de ineptitud y de ausencia de talante democrático. Este, como todo déspota y además comunista, está alejado del desarrollo y de la riqueza de su pueblo. En países señalados por la historia como comunistas, hoy sus gobernantes están conscientes del error y cambian la conducción, sobre todo en lo económico; estamos hablando de países como Lituania, Croacia, Hungría, Eslovenia, entre otros y han ajustado sus Constituciones para romper cualquier ideología que busque socavar las bases libertarias y de justicia.
En ningún país del mundo hay desarrollo progresivo de sus ciudadanos si no se cuenta con un sector empresarial comprometido con su Constitución nacional y en sus leyes republicanas. Cuando el engendro manifiesta en sus peroratas que va a “radicalizar la revolución, a dar un revolcón revolucionario, a crear un Estado Comunal, y a la vez, de manera demagógica, para entretener el país, habla de llegar a un acuerdo con sectores económicos, entre ellos FEDECÁMARAS; lo que está es simulando (y ellos, aceptan, no han aprendido durante estos 20 años el daño causado a sus propias estructuras económicas)) un espacio de reconciliación, porque en el fondo, no hay ninguna intención de detener el camino de la destrucción de la sociedad y menos con los sectores que generan desarrollo y progreso.
Estamos a punto de un estallido social, estamos en el umbral de una catástrofe humanitaria, con todo y la migración de millones de nuestros compatriotas; se refleja en la conflictividad que vivimos (falta de un salario justo y la hiperinflación de crecimiento geométrico) para comprar productos para la supervivencia. Esta situación genera situaciones de emergencia y calamidad, superiores a lo habitual. Se requiere ayuda humanitaria eficaz y diligente.
No hay actividades bélicas ni conflictividad interracial, hay causas que superan esas etapas y son peligrosas para la armonía y la paz, entre esas, la agudización del autoritarismo, con pérdida significativa de los valores democráticos (el informe de la unidad de inteligencia de THE ECONOMIST 2020 -2021, sobre los países más democráticos del mundo, señala de manera inequívoca que Venezuela ocupa el último lugar, junto con Corea del Norte, China y algunos países de África, como los países menos democráticos, Venezuela está en el puesto 146 y Noruega está en el puesto número 1); la persecución de una minoría (régimen, PSUV y Somos Venezuela ( éste partido político pertenece al régimen y el “dueño” es el engendro y sus miembros gozan de prioridad para vacunarse, por encima de los ancianos y del personal de salud), contra todos los sectores de la sociedad que tienen a la democracia y a las libertades ciudadanas como una razón primaria e indivisible de vida; mala planificación (ajustada a los principios filosóficos y doctrinarios del marxismo – leninismo) para desarrollar la productividad industrial, comercial, agrícola, pecuaria, minera, energética, de transporte, de telecomunicaciones, inmobiliaria y de medios de comunicación; en estos últimos, si son “titanes”, consideran a los medios independientes como enemigos supremos de su gestión; asimismo, de quienes ejecutan la función de comunicar.
El engendro juega a motivar al ciudadano al destierro y desmotiva a lo interno por lo electoral. El hambre y la miseria poco importan, lo ideológico es esencial. Ante esto, los partidos, las ONG de DDHH, estudiantes y trabajadores y la sociedad civil en general, tienen un rol protagónico. Las bravuconadas son para tapar el robo descarado del erario nacional y todos los delitos por narcotráfico, contrabando, lavado de capital por personeros del régimen y del PSUV. Se les está cayendo a pedazos la esperanza de que EE.UU cambie su posición con respecto a su siniestra gestión; ya el Presidente Biden, les dijo, de manera solemne que ¨si no hay elecciones presidenciales y parlamentarias libres y con observación internacional de la OEA, ONU, UE, y otras incluyendo los organismos electorales de nuestro país, NO HAY NINGÚN RETIRO DE SANCIONES” y eso, es determinante y definitivo.
Los propios cubanos (aliados y chulos principales del engendro y su régimen) que están sancionados por los EE.UU. y colocados en la lista de países terroristas, andan como “palo e gallinero” y van a cambiar su posición: van a dejar al engendro y su régimen en el despeñadero. La prueba de ello, es que el embajador de Cuba en Colombia, informó al gobierno del Presidente Duque, que: el ELN está preparando una serie de actos terroristas en su territorio, y deben poner toda su atención para detener esos actos y que estos subversivos cuentan con el apoyo logístico y geográfico de Venezuela.
El pueblo está en la calle, y allí estará hasta ver una Venezuela Libre, se terminan las bravuconadas (ya el pueblo no le para bola) del engendro y su final está muy cerca; más cerca de los que muchos creen. Unidad, Unidad y más Unidad para el combate y la derrota del comunismo. Están en jaque mate.
Marlon S. Jimenez García
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