El Informe Mundial sobre Malaria en 2020 de la Organización Mundial de la Salud indicó que el progreso logrado en las Américas contra la enfermedad ha sufrido por el incremento de la epidemia en Venezuela, donde se registran 53 por ciento de los casos del continente.
De acuerdo con Diario La Nación, los casos de malaria en Venezuela han aumentado de manera vertiginosa entre 2009 y 2019, concentrándose principalmente en zonas del país donde se ejerce la minería de forma ilegal, y lugares donde hay grandes espacios deforestados, según un estudio publicado en PLoS Neglected Tropical Diseases.
A continuación casos registrados:
Los principales registros están en las parroquias San Isidro y Dalla Costa, en el municipio Sifontes del estado Bolívar, que reúnen más de 60% de los casos de la última década. Venezuela pasó de 41.943 casos de malaria en 2009 a 467.421 casos en 2019.
«Un crecimiento epidémico explosivo debido a una falta significativa de programas de control», señaló el estudio publicado en PLoS Neglected Tropical Diseases y realizado por investigadores venezolanos y extranjeros.
El municipio Sifontes ha perdido, desde 2007, más de 3.058 hectáreas de bosques debido sobre todo a la minería ilegal. “El minero, al deforestar para extraer oro, genera lagunas artificiales, hábitats para el mosquito anófeles, transmisor de la malaria”, explicó al portal SciDev María Eugenia Grillet, investigadora del Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Universidad Central de Venezuela y autora principal de la investigación.
El análisis, que utilizó información epidemiológica y geográfica, encontró que en las zonas deforestadas había mayor cantidad de casos de malaria que en áreas cercanas y que las infecciones se incrementaron allí al tiempo que disminuyó la vegetación.
El estudio también revela que la mayoría de los afectados fueron hombres entre 21 y 40 años, de los cuales seis de cada 10 se dedicaba a la minería. Como muchos trabajadores de otras regiones se han desplazado a Bolívar por la crisis económica para dedicarse a esta actividad, la enfermedad también se ha expandido hacia otros estados del país.
Además se le suma la migración masiva que se ha producido desde Venezuela, que ha afectado los esfuerzos para el control de la enfermedad de países vecinos como Brasil, Colombia y Guyana.
La Nación