Israel pagó 1,2 millones de dólares a Rusia para proporcionar vacunas contra el coronavirus al gobierno de Siria como parte de un acuerdo que garantizó la liberación de una mujer israelí que se hallaba cautiva en Damasco, publicaron medios noticiosos israelíes el domingo.
Los términos del intercambio clandestino orquestado por Moscú no han sido esclarecidos. Pero el hecho de que Israel esté dando vacunas a Siria —un acérrimo enemigo que alberga a soldados iraníes— generó críticas a nivel nacional y marca un contraste con la negativa israelí de ofrecer cantidades importantes de vacunas a los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo el sábado que “ni una sola vacuna israelí” estuvo involucrada en el acuerdo. Sin embargo, no aclaró si Israel pagó por las vacunas rusas y señaló que Rusia insistió en que los detalles del intercambio se mantuvieran en secreto.
La oficina de Netanyahu se negó a comentar al respecto y muchos detalles del acuerdo se mantuvieron censurados.
La líder del Partido Laborista, Merav Michaeli, exigió al comité de relaciones exteriores y defensa del parlamento que revele el acuerdo y arremetió contra el “uso político e inapropiado de censura” de parte de Netanyahu.
“¿Por qué los ciudadanos israelíes tienen constantemente que enterarse a través de medios extranjeros de las cosas que su primer ministro les oculta?”, cuestionó en entrevista con la radiodifusora israelí Kan el domingo.
Israel anunció el viernes que había llegado a un acuerdo mediado por Rusia para repatriar a una joven que había cruzado a la vecina Siria a inicios de este mes.
AP