El despiadado robo cometido el 29 de marzo del 2020 en una finca de Coloncito, donde hombres armados asesinaron a un vigilante y violaron a una mujer, fue esclarecido por funcionarios de la Brigada Contra Homicidios del Cicpc de La Fría, que tras casi un año de arduo trabajo detectivesco lograron desmantelar la banda con la captura de dos de sus integrantes.
El director del Cicpc-Táchira, comisario general Wílmer Enrique Uribe Guerrero, dijo que los funcionarios que desarrollaron las investigaciones bajo el mando del comisario César Zambrano, jefe de esa delegación municipal, no se desanimaron con el paso del tiempo, sino que fueron trabajando en labores de inteligencia policial e investigaciones de campo que les permitieron obtener detalles y lograr la identificación de los presuntos responsables.
Los mismos formaban parte de una banda conocida como “Los Santana”, que mantenía azotados los predios agrícolas de la zona norte del estado Táchira
Robo, violación y homicidio
El jefe policial recordó que los hechos ocurrieron a eso de las ocho de la noche del domingo 29 de marzo del 2020, cuando varios hombres armados irrumpieron en la finca Prado Alto, ubicada en la carretera Norte–Sur, zona de Coloncito, municipio Panamericano, con la finalidad de cometer un robo.
Los delincuentes lograron someter a varias personas y mientras se dedicaban a buscar objetos de valor, uno de ellos decidió abusar de una mujer de 45 años que se encontraba entre las víctimas.
La situación generó la reacción de uno de los vigilantes de la finca, identificado como Carlos Julio Cordero Rueda, de 57 años de edad, que en un esfuerzo por evitar la violación, con una escopeta, intentó enfrentar a los asaltantes, pero rápidamente fue neutralizado a causa de un golpe de hacha en la cabeza que le causó la muerte.
Otro trabajador de la finca, de apellido Chourio, de 50 años de edad, resultó herido de bala.
Los asaltantes huyeron con varios objetos de valor, entre los cuales se encuentran electrodomésticos, alimentos, una res, y la escopeta que portaba el vigilante asesinado.
El comisario Uribe dijo que la comisión Contra Homicidios que se trasladó a la finca para el inicio de las investigaciones logró obtener, en el lugar de los hechos, algunos detalles que fueron de importancia para el desarrollo de las pesquisas.
Identificados y apresados
El trabajo de la policía se prolongó por casi un año, realizando múltiples diligencias para tratar de establecer la identidad de los ladrones, que por su modus operandi, violento, se presume que fueron los mismos que cometieron robos en otras fincas del sector. Poco a poco, los investigadores fueron atando cabos, hasta establecer que los autores del asalto a la finca Prado Alto eran integrantes de una banda conocida como “Los Santana”, comandada por dos hermanos con ese apellido y que operaba desde una zona cercana a Coloncito, municipio Panamericano.
Se trata de dos jóvenes, identificados como los hermanos Contreras Santana, de 22 y 19 años de edad, cuya búsqueda se inicia y son localizados en un retén policial, donde permanecen detenidos. Ambos fueron apresados en procedimiento practicado por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y fueron imputados por los delitos de terrorismo y tráfico de material estratégico.
Otros dos sospechosos también son identificados, como J. G. Argüello Rincón, venezolano de 32 años de edad, con registro por robo y hurto de vehículos, y J. N. Reyes Contreras, de nacionalidad colombiana y 36 años de edad.
Estos fueron ubicados en la vía Panamericana, en Coloncito, por una comisión detectivesca que los buscaba en condición de investigados por los hechos ocurridos en la finca Prado Alto.
Ambos reaccionan de manera violenta, agrediendo verbal y físicamente a los detectives, que logran apresarlos por ultraje a funcionario, y son trasladarlos a la sede del Cicpc de La Fría, donde se tramita ante los organismos competentes la correspondiente orden de detención, que a solicitud de la fiscalía XXVII del Ministerio Público es aprobada por el Juzgado II de Control del estado Táchira, por los presuntos delitos de homicidio, abuso sexual, robo y abigeato.
Durante la investigación fue recuperada la escopeta, calibre 16, que fuera robada al vigilante asesinado, y entregada a fiscalía como evidencia.
La Nación