Una mujer de nacionalidad venezolana fue violada, sodomizada y agredida por un hombre que presuntamente ha asesinado a 24 venezolanas en Georgetown, Guyana.
«Sentí como si mi vida abandonara mi cuerpo, pero no podía dejar a mis tres hijos sin madre, así que seguí luchando por sobrevivir. Tuve que escapar con vida», relató la venezolana de 30 años al diario local Kaieteur News.
Según reseña este medio, la mujer es una trabajadora sexual y el día del hecho, ella se encontraba parada no muy lejos de un club ubicado en la esquina de Robb y Cummings Street, Georgetown, fumando un cigarrillo. Alrededor de las 10:30 pm, dijo que un conocido se detuvo a su lado en un pequeño automóvil gris. Ella detalló que lo había visto varias veces antes en el club y notó que parecía ser una buena persona.
“Intercambiamos saludos y me ofreció un trabajo (sexual)”, dijo y posteriormente, aceptó. El hombre la llevó a su casa.
La venezolana explicó que entró y se sentó en una silla, donde encendió otro cigarrillo para fumar, mientras él iba a preparar su habitación. Según los informes consultados por Kaieteur News, regresó poco después y le dijo que lo acompañara. Dijo que la siguió, pero al entrar en la habitación, notó dos cuchillos colocados sobre una mesa y se puso un poco nerviosa.
“Me dijo que me desnudara pero antes de hacerlo solicité mi pago y me dio $ 10,000”, relató la mujer.
Ella mencionó que él le pagó, luego de lo cual ella se desnudó y le dijo que se acostara, a lo que él respondió: «No, túmbate en la cama y quítate el sostén». La mujer dijo que obedeció y comenzaron a tener relaciones sexuales. Durante el acto, sin embargo, recordó que se había vuelto un sádico con ella.
La mujer se asustó, confesó y se sentó en la cama donde intentó recoger su ropa, pero el hombre regresó con un cuchillo.
“Me agarró del pelo, me puso el cuchillo en el cuello y me dijo: ‘No te irás de aquí hasta que termine, no puedes tomar mi dinero y no harás lo que te diga’», contó.
El hombre comenzó a violarla y sodomizarla brutalmente a punta de cuchillo, recordó.
«ME VIOLÓ REPETIDAMENTE HASTA QUE ME DEBILITÉ Y NO PUDE SOPORTARLO MÁS»
Luego de todas las agresiones, ella le suplicó en repetidas ocasiones que la dejara ir, que no aguantaba más, pero el hombre se negaba y seguía cortándola.
«No me gustan las venezolanas y las eliminaré», le decía el agresor.
En un momento, ella logró salir y correr por el jardín, y como pudo, saltó una valla y cayó. Una patrulla de policía pasaba cerca del lugar y ella les pidió auxilio a los funcionarios.
“No podía ver bien porque tenía la cara ensangrentada, pero al ver a los policías, les rogué ‘¡Por favor ayúdenme! ¡Por favor, ayúdame!», expresó.
Lo último que recordó haber visto en la escena antes de perder el conocimiento fue que la policía liberó a su abusador. Caminó hasta la puerta de la ambulancia, la miró y se rió.
Fue dada de alta del hospital unos días después y desde entonces ha presentado un informe en la comisaría de policía de Alberttown.
Según un médico que mostró a este medio de comunicación, la mujer sufrió una fractura de costilla junto con múltiples conmociones cerebrales en la cabeza.
También hubo cortes y moretones notables en su cuerpo, junto con múltiples marcas negras y azules en sus ojos, cara y cuello.
Cabe destacar, que amiga de la víctima declararon a Kaieteur News, que esta fue la tercera vez que observaron a dicha persona abusando de mujeres de la comunidad venezolana.
«Dos habían caído en su trampa, pero habían escapado con pequeños hematomas», dijeron.
Kaieteur News | Punto de Corte