Según revela el Diario La Nación, una presunta enfermedad, posiblemente causada por una bacteria, podría estar afectando a los privados de libertad en los calabozos de Politáchira.
Tras dos fallecimientos, en enero y febrero, el defensor de derechos humanos, Asdrúbal Ortiz, alertó a la nueva directiva.
“Realmente la situación, desde el último año, ha sido muy precaria en el Centro de Resguardo de Ciudadanos Aprehendidos de Politáchira. Este año, en menos de 30 días han fallecido dos privados de libertad, por la apatía, la desidia y abandono por parte del director saliente, general Arteaga Simanca, dentro de la institución, y que hoy cobra dos vidas”, sostuvo Ortiz.
Como defensor de los derechos humanos -agregó-, quiero solicitarle al nuevo director de Politáchira, comisario general Wilman Rivera Torres, tanto la fumigación como el inicio de una investigación o inspección en cada uno de los calabozos, porque al parecer existe una bacteria que está matando a los internos; independientemente del delito que hayan cometido, son ciudadanos y tienen derechos. Y el derecho a la vida es un derecho fundamental establecido en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
“Es por ello que solicitamos, en nombre de los ciudadanos aprehendidos, que sean atendidos. Hemos visto que esta gestión que recién comienza está haciendo cosas importantes en la Policía del estado; bueno, le solicitamos que se haga esa inspección en cada uno de los calabozos y que empiecen, de verdad, a combatir la presunta o supuesta bacteria que estaría matando a los presos”.
Añadió Ortiz que “no puede ser que los presos no tengan dolientes, pues en menos de 30 días han fallecido dos y la posibilidad de un tercero, que se encuentra enfermo. Los médicos dicen que es una posible meningitis, pero a nosotros nos dicen otra cosa. Por eso, reitero la solicitud que hago como defensor de derechos humanos, perteneciente a la Fundación Justicia, capítulo Occidente”.
Ortiz se pronunció de esta manera, una vez se conoció el deceso en el Hospital Central de San Cristóbal, en enero pasado, de un privado de libertad al que llamaban Vaquero, y un segundo fallecido, este fin de semana, en el mismo centro asistencial, conocido solo como Neomar.
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