Un nuevo fichaje del presidente Bolsonaro ocupará el Ministerio de Salud de Brasil. Este lunes, el líder de ultraderecha anunció que nombrará al cardiólogo Marcelo Queiroga como su nuevo ministro de Salud, el cuarto que pasará por el cargo desde que se registró el primer caso de Covid-19 en tierras brasileñas.
La noticia llegó después de que el actual ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, al frente del despacho desde mayo del 2020, admitiera que el presidente le estaba buscando un sustituto. El político está bajo investigación judicial debido a sospechas de «omisión» y «falta de transparencia» durante su gestión de la pandemia.
Momentos más tarde, el mandatario anunció la decisión a sus militantes frente al Palacio de la Alvorada, la residencia de la Presidencia, y adelantó que el nuevo nombramiento será publicado en la edición del martes del Diario Oficial.
«Esta tarde decidimos nombrar al médico Marcelo Queiroga para el Ministerio de Salud. (…) En mi opinión, tiene todo para hacer un buen trabajo, continuando lo que ha hecho Pazuello hasta el día de hoy», dijo Bolsonaro a sus simpatizantes frente a su residencia en Brasilia.
La decisión fue tomada después de una reunión entre el mandatario y Queiroga, presidente de la Sociedad Brasileña de Cardiología (SBC), un encuentro que ambos denominaron como «extremadamente positivo» y en el que se decidió que el médico pasaría a estar al frente de la cartera de Salud, determinante especialmente durante la crisis sanitaria del Covid-19. Tras el encuentro, Bolsonaro aseguró que conocía al médico desde hacía «un tiempo» y que no estaba fichando a cualquiera.
Los anteriores ministros de Salud tuvieron roces con Bolsonaro. Tanto el diputado Luiz Henrique Mandetta como el oncólogo Nelson Teich apoyaban el confinamiento como una medida para reducir los casos y el uso de tratamientos probados científicamente, al contrario de Pazuello, que siguió los deseos del líder de extrema derecha sin rechistar. Pero la fe ciega y acatar sin titubear las decisiones del presidente no fueron suficientes mantener a Pazuello en el Ministerio. «Es así de sencillo: uno manda y otro obedece», declaró el general y exmilitar en octubre.
También se filtró que Queiroga fue fichado después de que la también cardióloga Ludhmila Hajjar rechazara la invitación del presidente a ocupar la cartera de Salud debido a su distinta concepción de cómo lidiar con la pandemia, como su apoyo al distanciamiento social y al cierre total de los comercios si es necesario, algo a lo que Bolsonaro se niega rotundamente.
«Lo que vi, lo que escribí y lo que aprendí. Esto está por arriba de cualquier ideología, de cualquier expectativa que no sea la pautada por la ciencia», dijo la médica haciendo alusión a las repetidas afirmaciones negacionistas de Bolsonaro durante la pandemia.
La alarmante situación epidemiológica de Brasil
El anuncio llega en un momento en el que el Ejecutivo brasileño está enfrentando duras críticas por el manejo que ha hecho de la emergencia sanitaria y por la constante minimización de la gravedad de la situación.
Con 11,5 millones de contagios y casi 280.000 muertes, la situación epidemiológica en Brasil es alarmante. Según el informe diario de las autoridades sanitarias, el país sumó 1.057 nuevas muertes y 36.239 nuevos casos de Covid-19 en las últimas 24 horas. Con la segunda ola en pleno auge, Brasil se ha convertido en el nuevo epicentro del mundial de la pandemia, solo superado en casos y muertes por Estados Unidos.
Con una media de 1.841 decesos diarios, el promedio de muertes ha experimentado un crecimiento del 69,5 % desde hace un mes, un dato que preocupa a los expertos. La situación en la nación sudamericana se ha visto agravada por un segundo rebrote del virus más letal que el primero debido, entre otros factores, a la presencia de nuevas variantes como la brasileña, que tuvo origen en la Amazonía y que, según investigadores, es tres veces más contagiosa que la original.
En medio de la crisis sanitaria en Brasil, las notorias diferencias entre el Gobierno central y el regional del estado de Sao Paulo siguen siendo una constante. La región, muy azotada por la pandemia –con 64.223 muertes y 2,2 millones de casos–, anunció este lunes la entrada en vigor de medidas más estrictas en un intento por evitar el colapso de su sistema público de salud. Desde el Ejecutivo regional también anunciaron la nueva apertura de un hospital de campaña para tratar a los enfermos.
Durante su intervención pública de este lunes, el gobernador de Sao Paulo, João Doria, aprovechó para cargar nuevamente contra Bolsonaro. Lo tildó de «negacionista» y aseguró que por su culpa «Brasil se convirtió en una vergüenza mundial».
«¿Hasta cuándo Brasil va a estar clamando por vacunas? ¿Hasta cuándo miles de brasileños van a estar perdiendo la vida diariamente?», cuestionó el líder regional.
El presidente ultraderechista es uno de los líderes mundiales que más ha minimizado el impacto de la enfermedad. Ha sido ampliamente cuestionado por ello y por promover el uso de medicinas contra el Covid-19 cuya eficacia no ha sido probada. Además, ha cuestionado la efectividad de algunas vacunas contra el virus, especialmente las de origen chino, por lo que ha sido acusado de politizar la emergencia en el país a favor de intereses de otras potencias.
France 24