Los hijos de Ruth Noemí Hernández, como fue identificada la mujer que murió ahogada la tarde del miércoles en el río Táchira, recuerdan con tristeza y en medio de lágrimas, que un trastorno mental terminó quitándole la vida a su ser querido, sin darles la oportunidad de evitarlo.
La mujer, de 53 años, convivió desde los 15 con esquizofrenia, generándole ataques de alucinaciones, delirios y trastornos graves que la hacían perder la coherencia, por lo que cada vez que tenía estas crisis, salía de su casa gritando, con actitudes agresivas, a pasear por los alrededores de la vivienda.
“Ella salió el miércoles al mediodía de la casa, con ese ataque esquizofrénico, pero jamás pensé que iría tan lejos, siempre estaba en el mismo barrio”, contó uno de los hijos de Ruth.
Hernández vivía en el barrio Doña Nidia, de la ciudadela Juan Atalaya, con uno de sus dos hijos, donde trabajaba vendiendo pasteles y morcillas en el sector.
Sin embargo, a pesar de que la mujer recibía tratamiento médico, los ataques habían sido constantes y sus familiares estaban a la espera de poderla llevar al hospital mental Rudesindo Soto para ser atendida por los expertos.
“Fue muy difícil, porque no teníamos recursos ni para el taxi y justo el día anterior a que ella saliera de la casa estuve buscando la plata para llevarla”, dijo el doliente.
Intentaba buscar a la familia
Los hijos de Ruth Hernández, creen que su mamá corrió en medio de la crisis mental con la intención de ir a Venezuela, a buscar a sus demás familiares, porque ella estaba convencida de que en el vecino país, de donde era oriunda, podría curarse de la enfermedad.
Los familiares aseguraron que días antes del hecho, la mujer insistía en que quería buscar a su mamá y a unos hermanos en Valencia (Venezuela), por lo que creen que salió hacia la zona de frontera con esa intención.
“Mi mamá no murió ahogada por desafiar a la naturaleza de manera irresponsable, sino por la enfermedad mental que sufría”, dijo el hijo.
Los dolientes recordaron a su mamá como una mujer alegre, con talento para cantar y una persona luchadora, que le gustaba trabajar para ayudar a toda su familia.
Por ahora, los familiares adelantan los trámites para que Medicina Legal establezca la plena identidad de su ser querido, debido a que los documentos de identidad se perdieron el día del mortal desenlace.
La Opinión