Aunque todavía quedan muchos meses para que ocurra, Meghan Markle y el príncipe Harry ya están planeando cómo quieren que sea la llegada al mundo de su segunda hija. Y esta vez, a diferencia de lo que pasó con Archie, son solo ellos los que tienen la última palabra.
De ahí que aunque ya lo intentaron la primera vez, esta vez sí parece que la duquesa va a poder cumplir su deseo: dar a luz en su propia casa rodeada de un equipo médico compuesto exclusivamente por mujeres.
Así lo asegura una fuente cercana a la pareja en PageSix, donde revela que si no hay complicaciones, la nueva hija de los Sussex nacerá entre las paredes de la mansión de Montecito donde viven. Una decisión que, además, evitaría que se filtrara la noticia antes de que ellos lo anunciaran por culpa de algún curioso que avisara a la prensa después de verlos entrando en algún hospital llegado el momento.
“Meghan ya planeaba dar a luz en en Frogmore Cottage cuando estaba embarazada de Archie, pero al final sus médicos le recomendaron que acudiera al hospital privado de Portland en Londres para dar a luz”, explica esta fuente. Eso sí, si este parto también se complica, su residencia está muy cerca del Cottage hospital de Santa Bárbara, votado uno de los mejores de Norteamérica, donde les atenderían de urgencia.
Fue durante su sonada entrevista con Oprah Winfrey cuando Meghan y Harry desvelaron por primera vez que estaban esperando a una niña, que por supuesto iba a nacer en Estados Unidos ya que la pareja no planea de momento viajar a Londres a visitar a la Familia Real. Y mucho menos en plena emergencia sanitaria.
Vanity Fair