La actriz reveló que hizo un ritual para despedirse de las cenizas de su primer bebé.
La felicidad de Jacky Bracamontes y de su esposo Martín Fuentes por convertirse en padres por primera vez, hace siete años, se transformó en un proceso de duelo y depresión.
Pues el embarazo doble que trajo al mundo a los pequeños Jacqueline y Martín, dejó una terrible noticia a la familia: el niño nació muerto.
Desde entonces la actriz ha compartido, en más de una ocasión, los difíciles momentos a los que tuvo que enfrentarse por la muerte de su bebé y el único varón que ha procreado.
Según explicó para un panel virtual de Telemundo comenzó a presentar contracciones desde la semana 34: “Cuando yo empecé con las contracciones, el bebé ya había fallecido y por eso empecé con las contracciones, pero obviamente no se sabía”.
La noticia le fue dada a la actriz hasta el momento del parto y por su reacción ante la situación, el equipo médico la tuvo que dormir para continuar con el parto de la niña.
Los detalles de ese terrible momento, los compartió en entrevista con Roger González: “Entramos al parto pensando que estaban los dos bebés porque ellos buscaban los latidos del corazón; oían los de Jackyta y luego ‘ah, aquí está el del niño’, pero era el eco del de la niña”, aseguró.
Pues el pequeño Martín llevaba tres días muerto, por lo que en el momento del parto la actriz recordó que no escuchaba el llanto de sus bebés y comenzó a alterarse.
Cuando sale la bebé escucha al doctor decir “Jacky bien, Martín mal” y como no recibía más respuestas la actriz comenzó a alterarse y como decisión médica la durmieron.
Desde entonces la actriz de Las tontas no van al cielo entró en uno de los momentos más difíciles de su vida y por todo el proceso de duelo en su primer embarazo, Jacky cayó en depresión.
En lo que respecta a la niña, a quien la actriz ha señalado como una de sus mayores motivaciones en la vida, su estado de salud tampoco era el mejor y se mantenía en terapia intensiva.
De acuerdo con los recuerdos que la actriz compartió en el encuentro virtual con Telemundo, no contuvo el llanto por un mes y “tenía la ilusión de que mi Jacky estaba en terapia intensiva, iba todos los días a verla, a alimentarla, pero estaba yo en una depresión muy fuerte”.
Sin embargo, otro de los momentos privados que ha compartido la actriz en más de una ocasión fue una plática que sostuvo con una persona que le pidió dejar de cuestionar el “por qué me pasó a mí” : “Me dijo: ¿Jacky deja de decir el porqué, sino para qué”.
Y gracias a aquel comentario comenzó a ver las cosas de manera diferente y a entender su partida: “Yo sentí que ese bebé vino a salvarle la vida a mi Jacky porque tal vez si Jacky hubiera estado sola y si no me hubiera pasado eso, Jacky no hubiera estado en este mundo”.
Incluso llevó el panorama con sus otras hijas: “esa también es otra razón por la que se fue, para que Emilia y Paula estuvieran en mi vida y la verdad hoy por hoy mi vida no sería la misma si esas dos chiquititas no estuvieran aquí”.
Además, recientemente en entrevista con el programa Hoy día, Jacky Bracamontes reveló cómo se despidió de su bebé, a quien tenía más cerca de lo que se imaginaba.
La ahora madre de cinco niñas confesó que en el momento tan difícil su esposo grabó al pequeño Martín: “Hay un video que Martín tomó y yo nunca lo quise ver. Martín sí lo vio porque él estaba ahí viviendo el parto, pero nunca lo tuve en mis brazos. Físicamente nunca me despedí de él”, recordó.
Sin embargo, años más tarde del duelo de la familia la tapatía se enteró que el bebé siempre estuvo muy cerca de la familia: “Martín guardó las cenizas y él nunca me dijo”.
La sorpresa se la llevaría antes de su nuevo embarazo: Me dijo: ‘Nena, tengo las cenizas de nuestro bebé, ¿Qué hacemos?’”, explicó.
Jacky Bracamontes reveló la despedida perfecta para mantenerlo cercano a la familia: “Le dije: ‘Yo no lo quiero enterrar, quiero que esté cerca de nosotros’. Amo el mar, Martín ama el mar y entonces le dije ‘vamos a esparcir sus cenizas en el mar’, y eso fue lo que hicimos”.
Del momento tan privado, la actriz agregó que tanto ella como su esposo rompieron en llanto al arrojar las cenizas al mar.
En la entrevista con el programa Jacqueline Bracamontes se sinceró: “Fuimos e hicimos el ritual, él y yo; lloramos los dos otra vez, imaginate, después de tantos años”.
A pesar del tiempo tan difícil al que la familia se enfrentó y la depresión en la que la actriz tapatía se hundió, años más tarde agregaron a más miembros a la familia.
Para ello se sometió a una inseminación para embarazarse nuevamente y aunque la meta era procrear a un niño, a su vida llegaron otras dos niñas: “Lo que hicimos fue separación de sexo y luego ya hicimos una inseminación, pero yo creo que se equivocaron y me pusieron a las niñas”, concluyó.
Sin embargo, el paso de los años no ha hecho que la actriz olvide este difícil episodio en su vida y en su encuentro con Roger González agregó: “Hasta ahora entendí que es algo que no voy a superar nunca, se aprende a vivir con eso, con ese dolor, pero nunca se supera”.
Infobae