La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), incrementó su despliegue en el estado Apure (fronterizo con Colombia), donde combate desde hace más de un mes a un grupo que varias asociaciones han identificado como disidentes de las FARC, informaron este martes fuentes castrenses.
«Desde Apure continuamos incrementando el pie de fuerza ejecutando operaciones para combatir y expulsar a los grupos irregulares narcotraficantes terroristas colombianos a quienes hemos dado fuertes golpes y seguiremos luchando hasta expulsarlos a todos», escribió en su cuenta de Twitter el comandante estratégico operacional de la FANB, Remigio Ceballos.
Destacó que «la seguridad de la nación es responsabilidad del Estado» y «su defensa de todos los venezolanos», por lo que aseguró que «la FANB, junto al pueblo, triunfará siempre con su experiencia, su valor y constancia destruiremos al enemigo de Venezuela».
No obstante, Ceballos no detalló el número de efectivos trasladados a la zona ni tampoco de qué cuerpos forman parte o si se ha enviado material bélico adicional.
OPACIDAD INFORMATIVA
Hasta el momento, la información difundida por fuentes oficiales o castrenses ha sido muy escasa y se desconoce el número de militares desplegados en la zona o si cuentan con algún apoyo adicional, pese a que varias organizaciones han asegurado que se ha desplegado la fuerza de élite de la Policía, conocida como FAES.
Ese grupo policial ha sido denunciado por numerosos casos de ejecuciones extrajudiciales y la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha pedido que sea desmantelado.
Como parte de esa opacidad informativa, ninguna fuente oficial o castrense ha confirmado a qué grupo armado se enfrentan, pese a que los militares han difundido fotos con uniformes incautados con los logos y siglas de la antigua guerrilla de las FARC.
Las autoridades reportaron, el pasado 5 de abril, la muerte de ocho militares y nueve «terroristas» en los enfrentamientos, bajas registradas desde el 21 de marzo hasta esa fecha.
Este lunes, la FANB confirmó la muerte de varios militares sin determinar el número de bajas ni de heridos que se suman a los confirmados hasta el 5 de abril.
Los últimos combates, agregó la información de la FANB, comenzaron el jueves y se han desarrollado «en sectores despoblados» cercanos al caserío La Victoria, que forma parte del municipio Páez en el estado Apure.
Durante los mismos, aseguraron que han «infligido un importante número de bajas» entre sus rivales, «logrando la destrucción de instalaciones temporales que pretendían usar para sus actividades delictivas», pero tampoco determinaron cuántos han perdido la vida.
La publicación del comunicado coincidió con un informe de Human Rights Watch (HRW), en el que acusa a las fuerzas de seguridad venezolanas de las ejecuciones extrajudiciales de al menos cuatro civiles, de detenciones arbitrarias y de torturas, entre otros «abusos aberrantes» contra la población de Apure en el marco de los combates fronterizos.
La organización pidió investigar el tema a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) y la Misión de la ONU de Determinación de los Hechos para Venezuela.
«Las atrocidades cometidas contra residentes de Apure no son incidentes aislados por agentes insubordinados, sino que son consistentes con los abusos sistemáticos de las fuerzas de seguridad de Maduro», dijo el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, citado en el informe.
EFE