Bruno Silva tenía 30 años, murió de coronavirus el día que se iba a casar, luego de permanecer internado durante más de dos semanas, informa El portal Clarín.
Silva y Beatriz Miranda mantenían una relación desde hace 11 años. Vivían con sus dos hijos en la ciudad de Assis, ubicada al suroeste del estado de San Pablo.
La pareja fijó la fecha del casamiento para el 17 de abril de 2021. «La celebración estaba lista, tenía mi vestido hecho, la fiesta pagada, el buffet… llevábamos un año planeándolo», declaró Miranda al portal de noticias locales Globo 1 (G1).
Desenlace trágico
A fines de marzo, Miranda dio positivo en el test de COVID-19. Entonces, Silva decidió aislarse en su casa y trabajar bajo modalidad home office. Toda la familia se contagió, pero él fue el único que terminó con un desenlace trágico.
El 27 de marzo, el ciudadano brasileño comenzó a sentirse mal. Tres días después, como se encontraba en peor estado, se acercó a un centro de salud: manifestaba dificultades para respirar y dolores corporales. Unas horas más tarde, lo trasladaron al Hospital Regional de Assis. Allí le hicieron una tomografía y detectaron que tenía comprometido el 50% de su pulmones.
Tras diez días internado en el establecimiento, lo derivaron a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por su delicado cuadro. Silva presentaba baja saturación de oxígeno en sangre y se cansaba mucho con facilidad cuando se levantaba de la cama o se cambiaba la ropa, aseguró Miranda a G1.
En un momento, empezó a mejorar y parecía que iba a recuperarse, aunque pronto volvió a empeorar: la última semana casi no podía hablar. Dos días antes de su muerte, lo intubaron porque tenía afectado el 85% de sus pulmones.
Su mamá Ivani Aparecida recordó las conversaciones que mantuvo con su hijo: «La primera vez que nos comunicamos ya no podía hablar, estaba débil y su padre incluso lloraba de preocupación. Solo le envié buenos videos y le pedí que no respondiera y él contestó con un emoji. Quería casarse, dijo que quería casarse. Bruno intentó hablar, pero su voz no salió, leímos la palabra ‘miedo’ en sus labios», aseveró a G1.
Al final, el joven falleció el 17 de abril. Miranda explicó que buscó ayuda psicológica y tardó en contarle a sus hijos pequeños lo que había ocurrido: «después de cuatro días pude hablar y decirles que papá ‘se convirtió en una estrella’ y que estaba aquí con nosotros», respondió a G1.
Una enfermera le comentó a la mujer que Silva nunca quiso sacarse el anillo de bodas de su dedo. «Era una persona sedentaria, pero no tenía problemas de salud. Era un gran padre, un marido ejemplar. Ha sido muy duro, todos nuestros sueños quedaron atrás. Me había hecho el vestido, cada detalle, es muy difícil», afirmó al mismo medio.
El Clarín