La ONG de Venezuela Provea denunció este martes que la crisis ha agudizado las fallas en servicios como agua potable, electricidad, gas doméstico, internet y acceso a alimentos, especialmente en algunas regiones del interior del país.
Si bien estos problemas afectan en mayor o menor medida a todos los estados, hay regiones que viven un “aislamiento total” a causa de las fallas diarias, como la región de Amazonas, donde la población indígena es la “más golpeada”, señaló la organización en un comunicado.
“Los amazonenses cada día ven más mermada la esperanza de mantenerse en su tierra ancestral que los vio nacer. En medio de la crisis económica que atraviesa Venezuela les toca luchar para conseguir lo más elemental: comida y medicamentos. Las constantes fallas en los servicios básicos y la pandemia los golpean a diario”, señaló Provea.
Los habitantes de Amazonas, que cuenta con la mayor población indígena en Venezuela, “hacen de su día a día un viaje para conseguir los alimentos básicos” y la carencia de servicios básicos “es uno de los más grandes problemas que enfrentan las familias indígenas y no indígenas”.
Según los pobladores, las autoridades nacionales, regionales y municipales, a quienes compete reparar las fallas que denuncian los usuarios, los tienen “abandonados”.
Servicios básicos de calidad como electricidad, agua potable, salud, saneamiento ambiental, combustible, alumbrado público, gas doméstico y telecomunicaciones, entre otros, son las principales exigencias de los ciudadanos, que reclaman ser escuchados.
Los problemas con el combustible “empeoran” cada día, debido a que la distribución “no es constante”, y el racionamiento a 20 litros para vehículos particulares, 7 para las motos y 40 para el transporte público y de carga, dificultan la movilización.
“La cantidad que surten es insuficiente, obligando a los transportistas a comprar el líquido en el mercado negro a precios exorbitantes o en moneda extranjera, lo que ocasiona el aumento del pasaje”, denuncia la organización.
La escasez de combustible complica la distribución de otros bienes, como es el caso del agua potable, que debe llegar a los usuarios en cisternas, al no contar con suministro a través de tuberías.
Las denuncias por fallas en servicios básicos se incrementaron notablemente en los últimos años, sin que las autoridades pongan solución y achaquen estos problemas a las sanciones de EE.UU. que, aseguran, impiden disponer de recursos para hacer frente al gasto que suponen las reparaciones y mantenimiento de fuentes de suministro.
La Patilla con información de EFE