Tempestad latente. Por Antonio Urdaneta Aguirre

Pocos dudamos que a lo interno del mal llamado “Polo Patriótico” ocurren importantes desencuentros: la conducta disidente de los partidos Comunista de Venezuela (PCV) y Patria Para Todos (PPT) está preñada de elocuencia. Esta evidencia en pleno desarrollo, fue precedida por la separación de importantes dirigentes de talla nacional e internacional, quienes a su vez, quizás sin proponérselo, se constituyeron en un incentivo para el éxodo masivo de la militancia pesuvista. Las encuestadoras más serias del país se han encargado de desnudar a la cúpula oficialista y desmentir las cifras que ésta hace públicas.

Las trifulcas intrapesuvistas sorprenden a la opinión pública, precisamente cuando el país supone que se avanza hacia la posibilidad de un entendimiento nacional, aunque sea parcial, que apunte hacia la atención de la crisis múltiple que ha acorralado a la familia venezolana. Ahora un bostezo asnal palaciego hizo sonar una flauta roja; vibración que se estrelló con saña en los oídos de Fedecámaras.

En efecto, el máximo vocero visible de la cuadra, probablemente para gritar más fuerte que sus competidores internos, se esmeró en darle rienda suelta a su soez vocabulario, para ofender y descalificar a los empresarios, con quienes el régimen buscó, acordó e inició un diálogo hace apenas pocas semanas. Les atribuyó a los productores del campo y de la ciudad, nada más y nada menos que cualidades de conspiradores y golpistas. De este modo el aparentemente desquiciado personaje, cerró las puertas en cuanto a la posibilidad de un entendimiento en el ámbito de la producción, en procura de acordar estrategias y planes dirigidos a intentar, con expectativas de éxito, la recuperación económica del país. ¿A quién quiso complacer o interpretar el espécimen que resopló desde el corral? Los acontecimientos venideros podrían ofrecer algunas respuestas.

Sin que tenga mucho asidero a simple vista, en este momento, atreverse a pronosticar tiempos tempestuosos mar adentro de la “revolución” tampoco es una temeridad, porque podría estar, en pleno desarrollo, una borrasca sin precedentes en las turbulentas aguas rojas.

Antonio Urdaneta Aguirre
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