Con su contrincante Pedro Castillo, coincide en el discurso populista. Pero, en sus aspiraciones presidenciales por tercera vez, sumaron en contra, la fragmentación política de su país al borde del barranco, como se ha señalado, de cuya situación tiene culpa su organización partidista, la herencia autoritaria del gobierno de su padre, disfuncional historia de la cual no ha podido deslastrase y el incumplimiento a las promesas ofrecidas a lo largo de la contienda electoral que evidencia la complejidad e inestabilidad política de aquel país del sur.
Keiko Fujimori Higuchi, quiso sin embargo, enderezar tan pesado fardo que le acompaña hace muchos años y coronó exitosa parte del resultado. Pidió perdón en la segunda etapa de su campaña electoral culminada el pasado 6 con la realización de la segunda vuelta y con esa ocasión, su llamado a la unidad como posibilidad ante la fragmentación y polarización de su pais, estuvieron muy cerca de darle el triunfo a su persistencia disciplinada. Esa segunda etapa, tuvo desaciertos conforme analistas pero debe reconocérsele estas acciones tendientes a sumar apoyos que lograron la simpatía de importantes sectores y destacadas personalidades.
En estas actuaciones que podemos calificar a nuestro entender, de higiene política, pidió disculpas al exministro de Educación, Jaime Saavedra, destituido de su cargo, por fuertes acusaciones en el Congreso donde su partido FP tuvo culpa importante. De igual manera, lo hizo con el exministro de la Defensa, Pedro Cateriano. Ambos admitieron en sendas declaraciones, que se trataba de sumar voluntad política al país, sumergido en una densa oscuridad que exigía demostraciones de nuevas posiciones para salir adelante.
Estos apoyos fueron relevantes y coronaron con el extendido por el Nobel Mario Vargas Llosa. Fue el gran espaldarazo para esta madre de dos hijas, casada con un ítalo -americano de quien se dice, tiene actitudes histriónicas. Sus primeras incursiones políticas se dieron a los 18 años cuando sus padres ,descendientes japoneses, se separaron al poco tiempo de asumir la presidencia el cuestionado Alberto Fujimori. Asumió entonces, el rol de Primera Dama.
Mario Vargas Llosas, se había disputado la presidencia en 1990 con el actualmente condenado, Alberto Fujimori. Allá con su derrota, una profunda grieta se abrió y parecía irreconciliable. El escritor, apoyó en cada proceso electoral desde entonces, a quien adversara a esta familia de arraigo político. Así, en 2011 lo hizo a favor de Ollanta Humala,quien terminò preso junto a su esposa Nadine. Ganó a Keiko Fujimori, con una baja votación. En 2016 apoya a PP Kucynsky quien logra ganarle con apenas 42.597. Este presidente, fue relavado de sus funciones al poco tiempo de asumirlas. Perú inestable.
Perú se muestra tan frágil en política, que en 5 años ha tenido 5 presidentes. Tiempos de canibalismo político, que muestran la deshumanizada política de quienes pretenden liderar corrientes de pensamiento.
El triunfo que parecía irrebatible para Keiko en esta tercera oportunidad, comenzó a desdibujarse cuando se contaron las mesas y actas de la zona sur del país, la cual no estuvo muy asistida con su presencia, durante la campaña electoral, aun cuando el debate final, realizado en Arequipa daba aliento a estas posibilidades. El sitio de la arenga final, fue aprovechado para afirmar que respetaría los resultados electorales y en un acto que la elevaba, pidió perdón y fue más allá, al reconocer los abusos de su padre, por quien ha demostrado una cercanía afectiva importante, a lo largo de estos años.
Álvaro Vargas Llosa, hijo del escritor, tomó el micrófono en aquel cierre político para defenderse de las acusaciones de traidor como se tildaba desde que apoyaron tales aspiraciones. Respondo –afirmó- cuando me lo dicen, solo esto; ¡Keiko presidenta! ¡Keiko presidenta!
Un abrazo al final del evento cerraba las grietas familiares y daban paso a la reconciliación. Un acto pleno de emotividad como todas las similares en otras acciones humanas y que en política se planifican con propósitos conmovedores. Leopoldo López presente, también fue saludado por la candidata de Fuerza Popular y de otros sectores de la vida peruana.
Pasar del 6 lugar de la primera vuelta con una diferencia porcentual superior al 20% al segundo, se convirtió en una temática de interés político a nivel internacional. El triunfo esperado no llegó, quizás su crecimiento personal, sì y de manera contrastante. Esta semana fue informado por ONPE Oficina Nacional de Procesos Electorales, el triunfo por menos de 1% del maestro del área rural Pedro Castillo.
De parte de los Observadores Internacionales, el proceso fue exitoso en toda la organización más sin embargo, Fujimori asistida por varios de los mejores escritorios jurídicos de Lima, demanda inconsistencias electorales y pide anulación de 800 mesas, asentadas fundamentalmente en las zonas rurales, donde se maneja cómodamente Castillo.
En este sentido, se han colado argumentaciones que le endosan poca sustentabilidad a tales demandas que vendrían a demorar unos días más, la proclamación de Castillo, un marxista- leninista, cuyo mentor en el diseño ideológico de su planteamiento, Vladimir Aceran tiene serias acusaciones de corrupción. Por eso, entre otras tantas consideraciones brevemente esbozadas, Perú se acerca al barranco, dicen algunos.
Estuvo presa en 2019 y la cárcel donde estuvo más de un año en las afueras de Lima, se convirtió en una oportunidad suficiente para recapacitar y pensar, declaró en alguna ocasión de la efervescencia electoral. Había en su gesto, una clara demostración de tal certeza. Sin embargo, el Fiscal General, José Pérez,no está convencido de que fuese aquella estadía el tiempo suficiente para pagar sus delitos y solicita para estos momentos, prisión preventiva. Y, antes, informó sobre una pena de 30 años de cárcel por el escándalo con la empresa Odebrecht, de la cual recibió aportes para la campaña electoral de 2016 y cuya recepción ha negado reiteradamente.
Eneida Valerio Rodríguez
@eneidavalerio