El apoyo total del presidente Joe Biden a las grandes protestas que actualmente se están desarrollando en Cuba, entendemos que tienen su origen en dos importantes razones, la primera eso que llaman hambre y lo cual parece ser una realidad muy tangible. Si, es así, simplemente no hay que comer, se acabaron los frijoles, se acabó todo. Y como segunda gran razón la pandemia que con mucha fuerza está causando estragos. El aspecto de las libertades me propongo analizarlo en una próxima entrega, dado su importancia porque la libertad, si la libertad lo es todo para el ser humano.
El apoyo inequívoco que Biden le está brindando al pueblo cubano por su lucha por un mejor país, parece haber frustrado las esperanzas de la nomenklatura del partido comunista de una distensión al estilo Obama entre las dos naciones, dicho en criollo, Biden no se dejo engañar con un jueguito de béisbol pòr el nacido en la provincia de Holguín hace ya 90 años.
La situación de pre hambruna es tan grave en la tierra de Jose Marti y en la de Simón Bolívar, que pareciera, como dijo la valiente periodista cubana, la señora Yoany Sanchez, que el pueblo tiene tanta hambre que hasta el miedo se comió.
En medio del hambre y de la pandemia el pueblo cubano salió este fin de semana gritandole al mundo que desean, que necesitan, sentir en sus almas ese principio básico de la convivencia entre los seres humanos: La Libertad.
Entre el bajón de la producción de crudo, la inoperabilidad de las refinerías venezolanas, las sanciones que introdujo el presidente Trump y que no obstante las predicciones de debilidad con respecto las políticas a seguir por la nueva administración demócrata del presidente Biden, han sido no sólo mantenidas sino que en algunos casos se han endurecido, las consecuencias para la nomenklatura del Partido Comunista Cubano, PCC han sido muy duras de soportar.
El pueblo cubano salió decidido este fin de semana a decirle a los comunistas que ese pueblo ya se cansó, que se hartaron porque no hay libertades , no hay comida y ahora tampoco salud porque en Cuba como en Venezuela todo se lo han robado.
Castro y Diaz- Canel le han gritado al mundo que producen vacunas tan eficaces como la de los laboratorios Pfizer, no obstante la pandemia sigue aumentando en esa bella isla, el número de víctimas ha aumentado en las últimas dos semanas en forma exponencial.
¿ Pero por qué estos ancianos enquistados en las mieles del poder no vacunan a su propio pueblo ? o simplemente y eso me temo, ¿ que la vacuna no reúne las condiciones como tal ?
Las autoridades cubanas continúan gritando la eficacia de la vacuna Abdala, aunque aún no ha sido aprobada por ninguna autoridad internacional ya que ni siquiera han solicitado su aprobación como lo han hecho todos los países de la comunidad científica en las instancias sanitarias internacionales.
E Increíblemente, algo inédito en casos como este, los laboratorios cubanos tampoco han publicado sus investigaciones en revistas de reconocida seriedad científica como la británica “The Lancet”. ( Publicación de referencia del mundo científico desde 1823 ).
El ignorar este proceso de verificación de la efectividad de esta candidata a vacuna anti Covid, podrá tener graves consecuencias para esos dos pueblos hoy unidos en la desgracia, víctimas ambos de dos dictaduras criminales, la Castrista y la de Maduro, la Delcy & Company.
Recordemos que tanto la Organización Mundial como la Panamericana de la Salud han alertado a las autoridades venezolanas que esta vacuna llamada Abdala, hasta el día de hoy es solo un proyecto.
El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) de Cuba ha autorizado a los laboratorios de producción de esta vacuna solo el día sábado 10 de julio, hace solo cinco días.
Pero esta certificación por ser parte interesada no basta. Recordemos que la aprobación es un iter complejo y donde el fabricante debe probar sin subterfugios la idoneidad del fármaco en cuestión.
Los laboratorios Aica de La Habana, son los autorizados por el gobierno cubano a comercializar esta “ vacuna “.
Según estos laboratorios, la vacuna Abdala tiene un 92,4 % de efectividad siendo por esto por lo que se hace muy cuesta arriba entender el porque no la esten inoculando en forma masiva a la población adulta, donde en los últimos días y como hemos leído el número de contagiados se ha multiplicado en forma exponencial.
Esto lo escribo porque son las mismas autoridades sanitarias de Cuba las que han informado del aumento masivo de nuevos contagios y de necesarias hospitalizaciones las cuales igualmente aumentan cada día, lo cual ha desbordado la capacidad de los hospitales. A esta situación, se suma el grave desabastecimiento de medicinas y productos básicos de la canasta familiar y productos de higiene, que ha empeorado en los últimos meses.
Y como siempre, desde que se pegaron de la teta de Nikita Khrushchev los comunistas cubanos liderados por Castro en el lejano 1960, la costumbre de vivir bajo los honorables principios de la chulería no se les ha olvidado, al contrario, los han perfeccionado como hemos visto durante los últimos veinte años de estrechas relaciones con los sinverguenzas de la “Revolución bonita”.
Este sábado 10 de julio La Habana reportó un récord de nuevos contagios y muertes a causa del virus, por tercer día consecutivo. El Ministerio de Salud Pública confirmó 6.750 casos más y 31 fallecimientos. Es de hacer notar que en dictadura los datos normalmente son falsos ya que los acomodan a su beneficio. Según 14 y medio.com, tanto los contagiados como las víctimas son el doble de lo declarado por las autoridades sanitarias.
Y entonces ya no me queda de otra que preguntarles ¿Y la vacuna ?
“ Oigame caballero, la cosa es grave va en reversa “.
Raúl Ochoa Cuenca, en Anfi del Mar el 14 de julio del 2021.
@raulochoa29
Nota: Ruego a nuestro Señor Todopoderoso que de esta vacuna sea verdad lo que afirman y que realmente sirva para protejer a nuestra población de ese monstruo llamado Covid-19.
Abdalá o Abdulah es un nombre de varón de origen árabe que significa «servidor de Dios», de uso frecuente entre musulmanes, aunque los cristianos de lengua árabe y siriaca lo han utilizado desde antes de la aparición del islam, no solo como antropónimo sino también como nombre de familia.