Una situación «dramática». Así definió el primer ministro de Haití, Ariel Henry, los momentos que vive el país después de que un terremoto golpeara la isla este sábado 14 de agosto.
Las autoridades haitianas han contabilizado la muerte de al menos 304 personas, además de centenares de desapariciones y heridos. Se prevé que las víctimas mortales puedan aumentar a medida que avanzan las tareas de búsqueda y rescate.
Henry se dirigió a los afectados. «Presento mis condolencias a los familiares de las víctimas de este violento seísmo que ha ocasionado varias pérdidas en vidas humanas y materiales en varios departamentos geográficos del país», expresó el primer ministro en Twitter.
Henry también aseguró que se están movilizando «todos los recursos» del Gobierno y apeló al «espíritu de solidaridad» de los haitianos para hacer frente a este desastre. El primer ministro declaró el estado de emergencia durante un mes para hacer frente a las consecuencias del terremoto.
Se registran derrumbes y hospitales colapsados
El potente terremoto llegó a sentirse en otras islas caribeñas, como Cuba. La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera estadounidense (NOAA, también por sus siglas en inglés) llegó a emitir una alerta de tsunami en Haití, aunque la amenaza se levantó al cabo de poco tiempo. Medios locales reportan que algunas personas llegaron a huir a zonas más montañosas al ver cómo el agua de las playas se retiraba un poco mar adentro.
Las imágenes y los videos que circulan en redes sociales, que no han podido ser verificados por el momento por France 24, no son alentadoras y hacen prever graves daños: edificios en ruinas, escombros en las calles y personas que rescatan por su propia mano a las víctimas.
Los medios locales reportan afectaciones especialmente en las localidades del sur de Haití, como Saint-Louis du Sud, Les Cayes y Jéremie.
Según el periodista Frantz Duval, director del diario ‘Le Nouvelliste’, dos hoteles de la localidad de Les Cayes se han derrumbado y el hospital se encuentra desbordado atendiendo a los heridos. El hospital de Jéremie, otra localidad cercana al epicentro del terremoto, también está sobrepasado según los medios haitianos.
«Muchas casas están destruidas, hay muertos y hay gente en el hospital», manifestó la haitiana Christella Saint Hilaire a la agencia AFP. Por su parte, Jerry Chandler, director de la Agencia de Protección Civil, aseguró que «hay muertes» aunque sin tener una cifra.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó «ayuda inmediata» para hacer frente al desastre y nombró a Samantha Power, administrativa de la Casa Blanca, como coordinadora de la respuesta humanitaria.
Otros países como Venezuela, España y Chile ya han ofrecido ayuda al Gobierno haitiano.
Un terremoto que llega a agudizar la crisis en Haití
Este desastre llega en un momento de crisis aguda para Haití. Hace apenas un mes que el presidente, Jovenel Moïse, fue asesinado en su casa por un grupo de mercenarios, dejando el país en un estado de confusión política todavía más profundo que el que ya arrastraba.
Moïse había enfrentado períodos de turbulencia social y protestas en las calles por su gestión frente al Gobierno y el empobrecimiento de Haití, uno de los países con menos recursos de todo el continente americano, así como por la creciente violencia en la nación.
Este terremoto despierta los peores fantasmas de Haití, que sufrió otro seísmo en 2010 con consecuencias devastadoras. Más de 300.000 personas perdieron la vida, 350.000 quedaron heridas y más de 1,5 millones de personas se quedaron sin hogar.
El temblor también destrozó miles de edificios gubernamentales, escuelas y hospitales en la capital, Puerto Príncipe. Desde entonces, Haití ni siquiera vuelve a estar completamente reconstruido.
El terremoto de 2010 fue de magnitud 7 y ocurrió a 10 kilómetros de profundidad, unas circunstancias muy parecidas al sismo actual.
France24 con EFE, Reuters, AFP y medios locales