El poderoso huracán Ida ha tocado tierra en Luisiana con una potencia categoría 4, solo una por debajo del máximo posible. El fenómeno ha puesto en guardia a todas las autoridades, tanto estatales como federales, que lo consideraban como el más potente en tocar el sureño Estado en más de un siglo, desde la década de 1850. Ida ha revivido los miedos que dejó el Katrina, que arrasó la entidad hace 16 años exactamente. La tormenta ha llegado a la entidad minutos antes de las 13.00 (hora local) con vientos de 240 kilómetros por hora, arañando lo que podría ser la devastadora categoría cinco, en una trayectoria rumbo al noroeste que amenaza a las ciudades de Baton Rouge y Nueva Orleans, la principal damnificada por la tormenta de 2005. Se prevé que en las próximas horas caigan más de 30 centímetros de lluvia y ya hay más de 300.000 personas que se han quedado sin luz en el Estado.
El Gobierno ha movilizado al Estado a medio millar de funcionarios de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (Fema, por sus siglas en inglés), que espera “daños catastróficos” en las próximas horas. El presidente Joe Biden ha visitado este domingo las instalaciones donde se coordina la respuesta del Gobierno al desastre. “La devastación será, probablemente, inmensa”, dijo el mandatario, quien estuvo unas horas antes en el Estado de Delaware, donde supervisó la llegada de los restos de 13 soldados asesinados en Kabul, Afganistán.
Con la sombra de Katrina encima, un desastre natural agravado en la memoria de los estadounidenses por la tardía respuesta del Gobierno de George W. Bush, el presidente Biden ha dicho que pondrá “el pleno poder” de su Administración en la recuperación una vez que pase la tormenta. Para ello, la Fema ha enviado a la zona, que tiene una población de 60% blanca y 32% negra, 200 ambulancias y 2.5 millones de litros de agua potable, además de dos millones de almuerzos para la población.
El presidente ha pedido a la población estar preparados para estar sin electricidad durante días. “Puede tomar mucho tiempo para que se restablezca el servicio, puede tomar semanas en algunos lugares”, ha dicho Biden. El mandatario ha adelantado que trabaja de cerca con la Cruz Roja para preparar “docenas y docenas” de albergues para evacuados en la parte norte de Luisiana y en algunas zonas de Mississippi, donde también ha sido decretado el estado de alarma ante el peligro, que ha sido calificado de “extremadamente amenazante para la vida”.
El País