“Esto que vemos, polvo de hombres, tumbas llena de podredumbre y huesos corroídos, fue una nación en otro tiempo. Mirémosla, ninguna aspiración noble existe, ningún pensamiento común, ningún amor hacia ella. Todo ha muerto en ella, todo lo ha perdido. Todo ha muerto en ella, todo lo ha perdido, hasta el extremo que hasta el instinto de la conservación no existe. A tal abismo han llegado sus pueblos en que se han extinguido la vida del espíritu; en que el sacrificio es odioso y los apetitos mandan, logrando con lo que se han olvidado el deber y la justicia. La degradación de las naciones, es el poder de los tiranos”. Así describió, el periodista Juan Vicente González para los años de 1861, tierra de caudillos y corsarios en la lucha por el poder de la naciente Venezuela.
Nuestra Patria, desde la muerte del Benemérito Juan Vicente, entra la nación a una transformación cuyas manos de la fortuna e infortunio, lograron su pujante transformación. Pudiendo destacar algunos líderes que aportaron ese aroma de Patria forjada desde Carabobo has estos días que lograba brillar por aquellos elementos que la iban embelleciendo lentamente y gradualmente, bajo las realidades de cada periodos o décadas transcurridas. El olor a podredumbre moral, iba cambiando a grandes y pequeñas plazas, fiestas que reforzaban el estilo del folklor. Es así, que la descripción de González, deja una memoria imposible de percibir en estos años luego de del desarrollo agrícola hacia un país petrolero e industrial.
Los tiempos de liberación del imperio Español, cuyo papel protagónico lo encabeza Simón Bolívar el libertador; pasando por Páez y muchos venezolanos que dieron su aporte en el silencio de sus trabajos o en la brillantes de las batallas. Nos ofrecieron perfectiblemente una Nación que pario la independencia de la América. Es así, sin pretender hacer de este escrito un folio de historia, logramos entender como nación, cómo creció y se desarrolló, logrando en ella el florecimiento de una Nación, fortalecida por la democracia naciente donde logramos construir los aspectos básicos y vitales para poder ser la gran Venezuela del siglo XX, cuyos modelos de vida fue inspiradora para el resto de la región.
Cada rincón patrio, más unas o menos otras; cada una de ellas aportaron al espíritu nacional que desde la cultura en su amplias gamas nos han ofrecido, en la industria petrolera, en las fábricas y universidades entretejieron la Patria que nos orgullece todos los días de nuestro existir. Como una gran casa con los fundamentos de grandes hombres fuimos construidos de forma sólida, estructural y sistemáticamente dentro de los famosos Planes de la Patria que protagonizaban socialdemócratas y demócratas cristianos que dieron lo mejor de ellos para ser lo que somos y fuimos hasta 1.999. Hoy en el siglo XXI, un retorno a 1861 no solo es lamentable, es una acción que tiene que ver con la justicia, el castigo, el seguimiento y el señalamiento histórico de estos en el historial criminal de la Venezuela y el mundo.
“Impulsar desde ahora, una justicia ejemplarizantes al mismo estilo de Los Juicios de Núremberg o Procesos de Núremberg” (en alemán, Nürnberger Prozesse) es el compromiso del Pais.
Dr. José Ernesto Pons B
@joseponsb