Falleció a los 84 años Abdelaziz Bouteflika, expresidente de Argelia durante dos décadas cargadas de polémica debido a su personalismo en el poder y a la negativa presentada a los llamamientos de reformas políticas y económicas en el país norteafricano.
Bouteflika fue un político y militar veterano de la guerra de independencia de Argelia. Durante toda su vida ocupó grandes puestos dentro del Estado, entre los que destacan su faceta de ministro de Relaciones Exteriores una vez su país obtuvo la independencia. Aunque durante parte de su vida vivió en el exilio, regresó en la década de los 90 a Argelia para liderar un proceso de paz entre los militares y grupos islamistas.
En 1999 accedió a la presidencia de su país tras ganar popularidad tras la obtención de la paz. Sin embargo, su mandato fue ganando enemigos debido al autoritarismo y su cercanía al Ejército, algo que propició numerosas protestas durante la última década.
En 2013 sufrió un derrame cerebral que lo incapacitó seriamente en el aspecto físico y lo apartó de la vida pública, algo que no impidió que siguiera gobernando en la sombra. Acosado por las crecientes protestas y su estado de salud, planteó su renuncia en abril de 2019.
Su estado de salud fue un constante motivo de recelo de los manifestantes que salieron a las calles de Argelia. Las autoridades del momento se negaron a dar detalles sobre el mandatario durante meses, hasta el punto de que se desataron varias veces rumores sobre su fallecimiento o las condiciones en las que ejercía el cargo.
Durante su etapa política en Argelia fue conocido por su capacidad camaleónica para adaptarse a las circunstancias y conseguir sobrevivir a graves crisis. “Soy un político inconformista. Soy un revolucionario ”, aseguró en 1999 a The Associated Press en vísperas de su primera victoria presidencial.
Durante sus 20 años al cargo vio como su país se alejó de los postulados soviéticos en favor de una alianza con Estados Unidos para luchar contra el terrorismo islamista. También se observó como una maquinaria propagandística a su favor se fue adueñando de todas las capas del Estado hasta permitir reformar la constitución a su antojo para poder ser reelegido.
Bouteflika fue uno de los líderes árabes que sobrevivieron sin apenas consecuencias a la Primavera Árabe. El exmandatario aprovechó la división en la oposición para reprimir con fuerza a los manifestantes y patrocinar una serie de beneficios fiscales a la población para que no saliera a las calles.
Pero su fortaleza y rigidez política se fue diluyendo conforme el estado de salud del mandatario fue decayendo.
Después de su renuncia, las autoridades iniciaron investigaciones sin precedentes sobre corrupción, que llevaron al encarcelamiento de varios altos funcionarios de su entorno, incluido el poderoso hermano y asesor de Bouteflika, Said. Said fue encarcelado durante 15 años por cargos que incluyen conspiración contra el estado.
France24 con AP y Reuters