No hay discusión, nada es tan claro como el que fueron las elecciones en condiciones mínimas las destructoras del país, ello impidió ocuparan o ejercieran cargos de elección popular quienes los venezolanos decidieran, al contrario, mantiene atornillados en el poder a quienes los venezolanos más rechazan en toda su historia ¿Cómo es que otra elección ilegal e ilegítima ahora es la salvación?
En consecuencia, ningún camino de bienestar y prosperidad se despejará en Venezuela mientras se continúen cometiendo los mismos errores. El termómetro más exacto ha sido la abstención, sencillamente, los procesos electorales, desde el intento de constituyente, esclarecieron que el liderazgo político que se ha medido en estas contiendas solo produce rechazo, repudio, protesta.
Fue el intento constituyente el error más caro del régimen, le costó su reconocimiento y fue el inicio de una serie de sanciones que incluye acciones contra los líderes del chavismo y de su gestión. La comunidad internacional ha dicho hasta tanto este escenario antidemocrático se mantenga estas acciones punitivas no cesarán.
Al respecto, es poco o nulo lo que los venezolanos podemos hacer, la única acción que puede hacer desaparecer las sanciones es el retorno de la vía democrática y constitucional, para ello el régimen debe permitir el camino a procesos electorales apegados a la ley, siendo el primero de ellos las parlamentarias porque es el único poder con capacidad de reinstitucionalizar ¿Lo hará? No creemos.
México ha sido un fiasco al igual que los otros intentos de diálogos, probablemente, este sea el peor de todos porque parte de la oposición reconocida accedió prestarse para otro proceso electoral al estilo destructivo de las últimas 5, además, Primero Justicia ha decidido montar tienda propia al margen de Guaidó. O sea, en momentos que el chavismo está más débil que nunca, la oposición se degeneró en 4 toletes: Una a la que las instituciones rojas rojitas otorgaron las directivas de los partidos, otra que sin mayores explicaciones accedió participar el 21N, elecciones planificadas milimétricamente por el chavismo. Una tercera oposición al margen de todo esto (incluso con reservas acerca de Juan Guaidó) con María Corina a la cabeza y una cuarta oposición, precisamente, la de Guaidó.
A todas estas, México tiene el descaro de omitir las necesidades sentidas de la población. En esa mesa de negociación no se abordan el delicado tema de la gasolina, la flexibilización de la banca para que los venezolanos podamos usar divisas como en cualquier país decente, tampoco se debate acerca de cómo frenar la delincuencia, entre otros tantos males que destroza la vida de los habitantes de nuestro país día a día, en conclusión, México solo está sirviendo para salvar el pellejo a la peor dirigencia política de la nación, buscan la cohabitación.
Mientras la conchupancia política pacta, intentan mostrar una falsa recuperación económica en medio de la imparable hiperinflación, contracción económica y otra inútil reconversión, los especialistas han advertido en poco tiempo el Bolívar volverá ser intratable con los ceros, pues no existen las condiciones para que se genere la económica levante: La seguridad jurídica, política y social es inexistente.
A todas estas, la realdad política es contundente, nos plantea para que Venezuela renazca debe haber un replanteo absoluto de liderazgos o acciones, siendo mejor una renovación de ambos.
Leandro Rodríguez
@leandrotango