Golpe de Estado, es la palabra que utilizan los “verdaderos golpistas” y así cacarean a todo pulmón el Maduro y sus secuaces, cada vez que la oposición, los movimientos sindicales, los “viejitos”, los estudiantes, los profesionales, las ONG’s y la sociedad civil en general toma las calles de Venezuela para presionar al Gobierno a respetar la Constitución nacional. Ese argumento, se cae de manera evidente cuando se contrasta con la realidad; el régimen es el que propicia la violencia, es el que desea imponer una cultura ideológica totalmente fuera del contexto de las libertades ciudadanas y del pluralismo político; de allí la persecución política permanente contra todos los dirigentes que asumen con entereza las protestas para, de alguna vez elevar sus protestas ante la dictadura, que en vez de resolver los problemas, cuyas consecuencias son dantescas; son acusados de terrorismo, de sedición y de pactos con sectores internacionales para darle un golpe de Estado al Maduro; por supuesto, sin ninguna prueba que avale esas acusaciones.
El verdadero «golpe de Estado» se lo ha propinado el Maduro y su régimen macabro al pueblo de Venezuela; con el golpe contundente que le han propinado, entre muchos otros, que hemos denominado ¡golpe comunista al estado de salud! El hambre, es destructiva en lo más elemental del ser humano, en sus condiciones físicas y mentales. Los niños nacidos en esta «revolución» que de seguir en el poder, jamás podrán ser el futuro de la patria, si es que logran sobrevivir; no cuentan con los alimentos necesarios para su verdadero desarrollo físico y mental, la ausencia de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales así lo determinan.
La pobreza y la mala salud están interrelacionadas; esta asociación refleja una relación de causalidad que funciona en dos sentidos: la pobreza genera mala salud y la mala salud hace que los pobres sigan siendo más pobres. La ausencia de los medicamentos para el tratamiento de enfermedades, es de un 85 % que ha causado la muerte de miles de venezolanos. Los hospitales públicos están colapsados, hay carencias profundas en atención primaria o emergencias, medicamentos y en medicina especializada; hay personas que tienen meses esperando una operación, los pabellones no funcionan; se muere nuestro pueblo que necesita de diálisis para medio vivir. Nuestros médicos, los mejores del mundo (según nuestro pueblo y los voceros de otros países que han necesitado de sus servicios) han tenido que emigrar por los salarios que reciben por sus servicios que no llegan, en médicos especialistas, a los 15$ mensuales. Se estima que esa emigración supera los 50 mil y casi todos son especialistas de renombre. Sin embargo, Colombia es el país del subcontinente que menos TRABAJO le da a nuestros profesionales, por XENOFOBIA y envidia profesional (existen cifras estadísticas demostrable de ello y estamos preparando un informe para entregarlo a la OEA); Es importante, a pesar de esa coyuntura, reconocer el esfuerzo del Presidente Duque en atender de la mejor manera a esa cantidad de migrantes venezolanos que han escogido como su segunda patria a nuestra hermana República de Colombia. Los comunistas le han dado un verdadero ¡golpe al estado de salud!
El golpe al estado de salud, no necesita bayonetas, cañones, tanques, aviones, misiles; este si es inequívocamente contundente. La masacre que causa es más relevante y más barata; de allí la estampida que ocurre con nuestra juventud. El comunismo procubano le ofrece a la población los llamados “médicos comunitarios”. Estos (pobres de ellos, por imbéciles) no son bienvenidos y el rechazo a sus servicios es de casi un 100%; no están preparados para asumir ese rol.
Es vital señalar, la cantidad de personas que han padecido el COVID19 en nuestro país; el 80% de nuestro pueblo que se contagió de este “Virus Chino” murió, o quedaron para siempre padeciendo de los efectos mortales de ese virus, agravado por la nefasta situación imperante en nuestros centros de atención de la salud; es tanto el temor de nuestro pueblo en ir a esos centros que muchos prefirieron “encerrarse en su casa” que ir a un morir en un hospital público. Nuestro país, es líder mundial en fallecimiento del personal médico(demostrable), por efectos del Virus Chino, ni África, ni Haití están peores que nosotros.
Pero peor que eso, es la actitud de los que están en el poder. A principio de años, cuando llegaron las primeras vacunas, (cien mil PFIZER), los primeros que se vacunaron, en contra de las decisiones tomadas en los países democráticos del mundo, fueron el Maduro, la Cilia, los ministros y toda la burocracia del régimen, los del PSUV, la FAN y los “matones” mal llamados colectivos. En Argentina, se destituyó a un ministro porque se vacunó primero, en Japón, en Reino Unido, en México y otros también corrieron la misma suerte. La prioridad que es el personal de salud, nuestros ancianos, aún están peleando por una vacuna.
Es bueno señalar que, en estos momentos, tenemos que alertar a nuestro pueblo que los DELINCUENTES DEL RÉGIMEN, pretenden VACUNAR al 75% de los que no se han podido vacunar, con una vacuna denominada ABDALÁ, que no está aprobada por la OMS, OPS ni ningún otro organismo especializado del mundo. Eso sería un abuso del gobierno, del cual no se espera nada serio, en utilizar esa vacuna a sabiendas de lo antes precitado. Pudiera ocurrir una tragedia, más de lo que existe, para la salud y todo ello, como una propaganda política ante los comicios a celebrarse el próximo 21 del mes de noviembre. Hay que ser estúpido (si hay, pero no les importa lo que pasa a su alrededor) para salir a votar por los candidatos del régimen.
Si algo ha quedado claro en estos 22 años, es que el pueblo se cansó de este golpe comunista; la movilización social ha sido histórica a favor de los derechos sociales y civiles reclamando el cambio. Sin ningún lugar a dudas, votaremos el 21-11 (Manuel y Ramírez); pero el RR es lo más cerca para la salida de los golpistas comunistas.
Marlon S. Jiménez García
@marjimgar