Dieciséis personas murieron este domingo al estrellarse un avión ligero L-410, a bordo del cual volaban 21 paracaidistas y dos tripulantes, en la localidad de Menzelinsk; al este de la república rusa de Tartarstán, informó la dirección regional del Ministerio de Emergencias ruso.
«A las 9.23 (6.23 GMT) recibimos la información sobre la caída de un avión ligero cerca de la ciudad de Menzelinsk», declaró un representante del Ministerio de Emergencias, citado por Interfax.
Tras estrellarse el avión las unidades de bomberos y rescatistas, que acudieron inmediatamente al lugar del accidente; lograron contener las llamas y extraer de la aeronave a siete sobrevivientes, según el servicio de prensa del Ministerio de Emergencias.
Las autoridades apuntan a un fallo técnico como la causa más probable del siniestro.
El avión, que pertenecía a un club aéreo local, se estrelló poco después de alzar el vuelo a poco más de un kilómetro del aeródromo, informó a TASS un representante de los servicios de emergencias.
El L-410 es un avión bimotor de fabricación checa que puede transportar hasta 19 pasajeros o 1,8 toneladas de carga a distancias de hasta 1.500 kilómetros.
Una de sus principales características es que puede ser empleado en aeródromos con pistas cortas y de tierra.
Este sábado una avioneta de la Fuerza Aérea Boliviana se estrelló en la región amazónica de Pando y las seis personas que iban en el interior fallecieron. Cuatro eran funcionarios del Ministerio de Salud de ese país, informó una fuente oficial.
El accidente se produjo después de que la avioneta partiera de la ciudad de Riberalta en la región del Beni hacia Cobija, la capital del departamento de Pando, según informó el subcomandante de la Policía Boliviana, Luis Cuevas, al canal Unitel.
Caraota Digital / EFE