A pocos días de que se celebren las elecciones presidenciales del próximo 21 de noviembre, los siete candidatos a la silla presidencial de La Moneda cerraron su campaña electoral con visitas a las regiones del país.
Varios contendientes de los comicios del domingo expusieron sus propuestas, que abarcaron desde un modelo más social a todo lo contrario: la reducción del rol del Estado en uno de los países más neoliberales del mundo.
En el centro de todas las ponencias estuvo, eso sí, la recuperación tras la pandemia de la COVID-19, que hizo caer la economía en 2020 un 5,8 %, obligó al país a incrementar su deuda externa de forma histórica y elevó de manera excepcional la inflación, llevando al Banco Central a tomar medidas inéditas en décadas.
El exlíder estudiantil de izquierdas Gabriel Boric, uno de los grandes favoritos, reafirmó la idea de que Chile “necesita un nuevo contrato social”, una demanda que emanó de las calles durante la crisis social iniciada en 2019 con masivas marchas por la igualdad.
“La estabilidad solo es real y duradera si está construida sobre la base de una red de seguridad social robusta. Todos los chilenos necesitan estar protegidos de los riesgos de la enfermedad y la vejez”, expresó.
Su programa apunta a fortalecer los servicios públicos incrementando la recaudación fiscal en 8 puntos porcentuales del PIB, subiendo impuestos a los más ricos y evitando la evasión.
Por el contrario, el otro favorito según los sondeos, el ultraderechista José Antonio Kast, presentó propuestas basadas en el recorte y la optimización del gasto estatal y en la reducción de impuestos para las grandes empresas.
“Vamos a disminuir la burocracia, vamos a hacer un Estado ágil y sin barreras para los emprendedores (…) La derecha y la izquierda han usado al Estado como un botín”, manifestó.
Las encuestas, cada vez más cuestionadas por sus desaciertos en las últimas citas electorales, coinciden en que ningún candidato ganará en primera vuelta y que irán al balotaje el 19 de diciembre Kast y Boric, dos candidatos ajenos a los dos grandes bloques de centroderecha y centroizquierda que llevan gobernando desde 1990.
El candidato oficialista Sebastián Sichel, exministro del actual mandatario conservador Sebastián Piñera, aseguró que la propuesta de Boric “espantaría la inversión” y que la de Kast responde a las demandas sociales.
“La verdadera fórmula del éxito es una en la que el esfuerzo sea parte del compromiso político”, afirmó el candidato de la centroderecha, que corre el riesgo de no llegar a segunda vuelta.
En tanto, la candidata de la centroizquierda, la democratacristiana Yasna Provoste, puso énfasis en “reconstruir el país” y “hacer frente a una economía sobrecalentada tras la pandemia de la covid-19″.
También expuso su propuesta Marco Enríquez-Ominami, un progresista con escasos apoyos, pero faltaron en la cita Eduardo Artés (de la izquierda radical) y Franco Parisi, un polémico economista que reside en Estados Unidos y que no estará para las elecciones por tener la COVID-19.
“Es legítimo y deseable que existan distintas opiniones y visiones. Estas diferencias enriquecen y son parte de la democracia”, sostuvo el actual presidente, Sebastián Piñera.
Según el mandatario, Chile “ya ha logrado superar los niveles de actividad previos a la crisis” y su economía se expandirá por encima del 11 % este año, aunque preocupa la inflación, que en octubre registró un alza del 1,3 % respecto al mes anterior, el IPC a doce meses más alto en los últimos 13 años.
Además de los retos económicos, quien sustituya a Piñera en marzo de 2022 también deberá hacerse cargo de un país sumido en una fuerte crisis social e institucional que permanece desde 2019 e implementar, en caso de aprobarse, las normas de la nueva Constitución.
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