Los informes de los representantes de las Comisiones de Observadores Internacionales, enviadas por la UE y la Oficina de Derechos Humanos de la ONU,liderados por Marta Hurtado e Isabel Santos respectivamente, resultaron agravatorios para el régimen que a través del CNE invitó estas instancias al proceso electoral del pasado 21N.Las revelaciones de los mismos, asestaron un duro golpe al pretendido reconocimiento del régimen, tras ufanarse de transparencia y seriedad de sus triunfos, como clara demostración de la Venezuela democrática.
Con el desprecio discursivo característico de todo cuanto no esté conforme a sus propósitos, el régimen no demoró en calificarlos de espías y reiterar en el solitario de sus afirmaciones, que al contrario, el éxito de esos comicios con sendas victorias rojas, además se caracterizaron por la transparencia y meridiana claridad de un gobierno perfectamente libre. Con todo, tales informes fueron un fiasco para el régimen.
Las declaraciones de Jordi Cañas, Jefe de la Observación del Parlamento Europeo, respaldan a Santos cuando declaró: “Nuestro compromiso es con el pueblo venezolano y con la democracia” Una terrible condena, esas aseveraciones, al gobierno, que tiró por la borda, las primeras y coincidentes impresiones de ellos, sustentadas, en la pequeña esperanza, sobre la fiabilidad de los resultados, derivados de la conformación del nuevo CNE.
El CNE se desmarcó muy rápido de lo que se había opinado y resultó tan viciado y sometido como los anteriores. Un CNE igualmente débil como los precedentes. Un CNE incapaz de tejer una mínima independencia igual de quienes le dirigen desde hace 20 años. Un lamentable CNE que después de una semana de las elecciones del pasado 21N aún, no anuncia con el sistema mejor del mundo-según dicen- al ganador de Barinas y obligar a un Gral. que nada tiene que ver con cargos y menos abrogárselo, de carácter civil, entregar las actas que supuestamente oculta.
Un triste espectáculo y excelente ingrediente para la crítica y la investigación penal en otra instancias sobre las violaciones de derechos humanos donde el voto para escoger en claros procesos a los gobernantes, es uno de los más cuestionados. Una sumatoria triste al desmantelamiento institucional que exigirá grandes esfuerzos, recomponerlo.
El gobierno, se equivoca de nuevo y se contradice. Y su discurso erosivo, aumenta su capacidad destructiva cuando detiene a más de 12 alcaldes electos, desmeritándolos y acorralándolos. Los apresa por horas y suelta sin explicar las causas de las detenciones.
Y comienza de una vez,la simulada campaña del descrédito, de los insultos por venir en caso que lo considere necesario. Allí leídas las primeras frases sobre el particular en variadas publicaciones, la continuidad de su modelo político, no contiene pasos distintos, son los mismos y agrandados, con la utilización de las Redes Sociales, máximas herramientas de cuanto quieras ventilar tanto en lo personal como público.
Y pensamos, el gobierno se odia a sí mismo. Se odia de manera indeterminada. Se odia per se. El gobierno se odia con nefastas consideraciones de índole variopinta.
Isabel Santos, rendirá un informe definitivo en enero cuando regrese a una segunda visita a Venezuela. Santos, explicó la situación de la libertad de pensamiento y prensa y fue contundente y valiente, al salirse de la línea de Borrell, de acomodaticia posición en sus devaneos socialista, con el gobierno de Maduro.Se detuvo en estas libertades, donde Europa tiene tradición al asentar históricamente conceptos sobre ambos derechos.
Europa es desde la Inglaterra del s.XVII adalid de la libertad de prensa, cuyo propósito era vencer la censura de las clases dominantes sobre las ediciones periódicas, presentes en buena parte del continente.
Europa, desde Portugal de Santos y país de origen de miles de ciudadanos a raíz de la conquista de América, llegados a esta Tierra de Gracia,que conquistó a Brasil, agotó su informe preliminar como lo ha llamado, a la precaria situación de libertad de prensa y opinión.
Si las libertades prensa y opinión son naturales a nuestra esencia, Santos aprovechó la ocasión y se extendió en denunciar la desaparición aupada desde el gobierno, de medios impresos dando paso a los digitales y no obstante, estos, con serias restricciones. Embanderó a la sociedad civil, cuyos logros y esfuerzos han sido clave en lo ocurrido, pero debe hacer mucho más para articular al país, en un proceso que demanda mayor trabajo.
Se refirió a la Ley contra el Odio, aprobada por la ANC en 2017 y el mejor logro de la misma, es tener bloqueados a más de 16 medios. Cuestionó al Sistema Bolivariano de Comunicación e Información, que ha contribuido a la disminución de Medios independientes. Conatel, no se le escapó en su discurso preliminar y lo responsabilizó del bloqueo a canales pagados internacionalmente.
Atacó al CNE y le restò seriedad, al señalar que no hizo nada ante las violaciones de los derechos humanos, incluyendo un observador internacional. Tampoco el CNE respondió por la muerte inútil de un joven en cola para votar en Maracaibo. Esto, en su contundente posición, no tiene cabida en países aspirantes a considerarse democráticos.
Asimismo, refirió la no adhesión del gobierno al estado de derecho y el uso extendido de recursos del Estado para aupar a sus partidarios, en desmedro de sus llamados opositores. Santos, dijo en claro español que su Misión era: independiente, plural y neutral.
Nosotros, observamos al régimen que parece, seguir su ruta de 22 años y donde se deduce, que la UE tampoco le resultó un fácil hueso, porque destaca, luego de las visita para la misión de observación, las graves violaciones a los derechos humanos, un tema de mucha atención por la vulnerabilidad que le precisa, y además por ser un grueso plato objeto de serias investigaciones en la CPI de la mano del Fiscal Karim Khan de nacionalidad inglesa. El mismo país, que planteó, la libertad de prensa por vez primera hace varios siglos.
Eneida Valerio Rodríguez
@eneidavalerio