El Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical de Inaesin contabilizó 1.348 conflictos laborales en Venezuela durante 2021, un número similar a 2020 cuando se registraron 1.350, aún en el contexto de pandemia y restricciones a la movilidad en todo el país.
En diciembre se registraron 131 manifestaciones de inconformidad laboral, siendo el sector de las comunicaciones el que copó 18% del total, luego del área de la salud que concentró 27%.
Los trabajadores del sector salud protagonizaron hasta 30% de los reclamos el año pasado no solo por la falta de equipos e insumos para atender la emergencia de la COVID-19, sino también por las pésimas condiciones de la infraestructura hospitalaria y los sueldos y salarios de miseria que perciben.
Los educadores también tuvieron una actuación destacada en los conflictos laborales de 2021 con hasta 21%. La presencia del SARS-CoV-2 impuso las clases no presenciales en medio de serias dificultades para poder dictarlas por las deficiencias en la conexión a Internet y las constantes fallas eléctricas.
La carencia de los servicios públicos y las inadecuadas condiciones de trabajo llevaron a muchos docentes a dedicarse al comercio como una opción que les permitiera generar ingresos adicionales para cubrir parte de sus necesidades básicas.
Los trabajadores del sector público concentraron los mayores reclamos hechos durante 2021 con 89% del total, de acuerdo con la instancia del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin).
“El gobierno de Nicolás Maduro no puede garantizar los beneficios que implica el trabajo decente. Y asumirse como el principal empleador del país es una terrible circunstancia para quienes trabajan para la administración pública”, dijo Thaís López, coordinadora del Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical.
En Bolívar se registraron 17% de las quejas laborales. Un estado, que concentra a las empresas básicas que hoy en día no tienen producción y se encuentran en situación precaria. “Un sector que contaba con una de las mejores contrataciones colectivas, ahora percibe un ingreso de hambre y lo peor es que no abrigan esperanzas para que mejore el panorama”, señala López. De los conflictos del año pasado, 9% correspondió a los trabajadores de las industrias básicas del Estado.
Las entidades que siguieron a Bolívar con más reclamos laborales fueron Distrito Capital (15%), Anzoátegui y Lara (10%), Carabobo (6%), y Falcón (5%).
Las razones que impulsaron las denuncias no son distintas a las de 2020. El tema salarial aparece como principal argumento (más de 36% de los conflictos ocurrieron por reclamos salariales). Muchos han recurrido al pluriempleo, mientras otro tanto pasó a formar parte de la crisis migratoria venezolana, una de las mayores del mundo en los tiempos más recientes.
El reclamo por condiciones de trabajo (20%) también es un motivo recurrente. La evidencia más notoria ha sido la de instituciones públicas como colegios, escuelas, hospitales, dispensarios y ambulatorios, donde las instalaciones no han recibido el mantenimiento adecuado, y tampoco otros recursos para su adecuado funcionamiento.
A pesar de las limitaciones en todo el país impuestas a raíz de la pandemia, del total de conflictos 49% se dio en forma de concentración. 42% se hizo a través de denuncia, bien sea ante los organismos públicos responsables o ante los medios de comunicación. En este último caso, probablemente por la desconfianza ciudadana hacia el actual sistema institucional del país.
Nota de prensa / DCN