Las unidades militares de Ecuador prestan su infraestructura como puntos de vacunación contra la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) para acelerar la inmunización de la población ante la propagación de la variante ómicron, que predomina en el país.
En un esfuerzo conjunto con el Ministerio de Salud Pública, las Fuerzas Armadas mantienen activos 67 centros de vacunación en cuarteles, centros de sanidad e instituciones militares, donde se aplican primeras y segundas dosis, además de refuerzos.
En la capital Quito, epicentro de la COVID-19 en Ecuador, funcionan siete puntos de inoculación, entre ellos, el Cuartel Militar Eplicachima, ubicado al sur de la ciudad, donde las Fuerzas Armadas colaboran con personal capacitado y logística.
La subteniente Diana Herrera, a cargo de la vigilancia del proceso, dijo en entrevista con Xinhua que la apertura de vacunatorios en las unidades militares fue posible gracias a que estos lugares cuentan con espacios abiertos e infraestructura que minimizan el riesgo de contagio.
Indicó que el Ministerio de Salud ha entregado suficientes vacunas para atender la demanda de la población, que a su vez ha respondido de manera favorable acudiendo de manera progresiva.
«Le han tomado de una buena manera porque prácticamente están viendo los resultados que tienen al inocularse, están viendo que la vacuna es lo mejor opción que tienen para estar protegidos», señaló.
Añadió que los vacunatorios permanecerán abiertos durante febrero con la posibilidad de extenderse por más tiempo según las necesidades de la cartera sanitaria.
En ese contexto, invitó al personal civil y militar que tiene incompleto el esquema de vacunación a que acudan a las unidades militares para acceder al biológico y así proteger su salud y contribuir a mitigar el riesgo de contagio.
Por su parte, el responsable de Vigilancia Epidemiológica del Distrito Sur del Ministerio de Salud, Efraín Arguello, dijo a Xinhua que la apertura de estos vacunatorios es una «gran oportunidad» para que la población pueda acceder a la vacuna, y que de esta manera el país alcance una mayor cobertura de vacunación contra la COVID-19.
Añadió que esta estrategia está orientada al control de la pandemia que ya lleva 23 meses en el país sudamericano.
«Esperemos que la curva epidémica vaya en descenso, que todas estas acciones de prevención como la utilización de la mascarilla, el distanciamiento social, el alcohol gel, sirvan, y junto con la vacunación, tengan su impacto positivo para que disminuya la incidencia del SARS-CoV-2 y de esta variante ómicron», apuntó.
El apoyo de las Fuerzas Armadas al Ministerio de Salud Pública apunta a lograr la meta del gobierno de alcanzar hasta marzo próximo la inmunidad colectiva contra la COVID-19, al inocular al 85 por ciento de la población objetivo de cinco años en adelante (16,1 millones de personas).
Para esa fecha, se espera que gran parte de la población vacunable esté inmunizada hasta con la dosis de refuerzo para reactivar de manera plena el país.
Desde que inició el Plan Nacional de Vacunación, el país ha inoculado a un poco más de 13,3 millones de personas con la pauta completa de las dos dosis, lo que equivale al 82 por ciento de la población objetivo.
Con una dosis se ha vacunado a 14,1 millones de personas, es decir, al 87 por ciento de la población; y se han aplicado 2,7 millones de dosis de refuerzo, según los últimos datos oficiales.
Con información de Xinhua