La historia de su reinado es la historia reciente del mundo. De su mano, la monarquía británica se ha modernizado y adaptado. Los últimos años han sido particularmente tormentosos para ella que ahora sufre por los escándalos que salpican a su hijo Andrew y está afrontando el reciente fallecimiento de su esposo, el duque de Edimburgo.
Tanto como su padre, el rey Jorge VI, Isabel II, ascendió al trono en circunstancias inesperadas en 1952. Su destino como monarca la encontró a los 25 años, a miles de millas de Inglaterra, mientras cumplía con una gira por Kenia.
El Palacio de Buckingham detalla que la ya reina Isabel, fue recibida en el aeropuerto, a su regreso a Londres, por el primer ministro, Winston Churchill, y que fue en Clarence House, su entonces residencia oficial, donde, por primera, se izó la bandera real en su honor.
Desde entonces, su vida ha estado dedicada al servicio de la corona como jefa de Estado, garantizando estabilidad y continuidad en los momentos más complejos del país.
Isabel II ha sido la única reina para generaciones enteras no solo de británicos, sino del mundo. Incluso los críticos más férreos de la monarquía han resaltado la dedicación de la reina.
Desde que ascendió al trono, el mundo ha cambiado completamente. Su propio país se transformó. Pasó de ser el poderoso Imperio Británico, a liderar la Mancomunidad de Naciones, un organismo internacional que integra a las antiguas colonias y al propio Reino Unido.
En estos años, algunos países se han independizado de la corona británica, es decir, que Isabel dejó de ser su jefe de Estado, siendo Barbados, en 2021, el más reciente. Aun así, el Reino Unido sigue siendo uno de los países más poderosos e influyentes en el panorama internacional y la quinta economía mundial.
El director del Instituto Cervantes en Londres, Ignacio Peyró, especializado en cultura inglesa, resalta la “ejemplaridad personal” de Isabel.
“Ella es la certeza, la presencia de un mundo antiguo y tranquilizador sobre los cambios y contingencias de cada día”, agrega Peyró.
Por ello, repasar la vida de Isabel es adentrarse en la historia reciente del mundo.
“Ha sido un tiempo notable para ella porque ha mantenido viva la monarquía británica y sigue siendo relevante en el siglo XXI”, señala Joe Little, editor de Majesty magazine.
La monarca británica más longeva
Su tatarabuela paterna, la reina Victoria completó 63 años y 7 meses en el trono.
Pero fue desplazada por Isabel II, que celebró su jubileo de zafiro el 6 febrero 2017, al cumplir 65 años en el trono.
Dos años antes, el 9 de septiembre de 2015, ella se convirtió en la monarca más longeva de la historia británica.
Aunque ascendió al trono inmediatamente, tras la muerte de su padre, su coronación fue el 22 de junio de 1953 en la imponente Abadía de Westminster, donde 6 años antes se había casado con Felipe, Duque de Edimburgo.
Su ceremonia de coronación fue transmitida por televisión. Luego emprendió su primer tour como monarca por 13 países de la Mancomunidad de Naciones, entre ellos, Australia y Nueva Zelanda.
Durante su reinado “ha habido la revolución digital, Reino Unido ha entrado y salido de la Unión Europea. Por tanto, los cambios son realmente infinitos y lo bueno es que ella ha sabido sortearlos sin traicionarse”, recuerda Peyró.
70 años reinando
Su rol es el de ser tanto reina como jefa de Estado de al menos 15 países, aunque generalmente se le conoce como la reina de Inglaterra. Según la BBC, es la jefa de Estado de 138 millones de personas.
Bajo ese rol se ha dirigido en dos ocasiones a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Debutando en 1957 y siendo la última en 2010.
El entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la llamó “símbolo vivo de gracia, constancia y dignidad”.
En los 70 años de su reinado, ha visto pasar 14 primeros ministros británicos y 14 presidentes de Estados Unidos. Con Barack Obama y su esposa, Michelle, ha mantenido una relación estrecha.
Una de sus amistades más cercanas fue con el expresidente de Sudáfrica y símbolo de la lucha contra el Apartheid, Nelson Mandela, cuya correspondencia con la reina deja ver una fuerte y cariñosa amistad.
Fue tal el vínculo entre ellos que él ha sido una de las pocas personas en llamarla por su nombre, Elizabeth.
Mientras Isabel, Elizabeth en inglés, conserva el titulo informal de ser una de las mujeres más famosas y respetadas del mundo, bajo su reinado, la monarquía británica, se ha modernizado, acercándola más al público y adaptándose a los cambios.
“La monarquía ahora es menos formal de lo que solía ser, es un poco más relajada de lo que solía ser. Ella es diferente, ella se ha relajado en la forma que hace las cosas a lo largo de 70 años”, asegura Joe Little.
Escándalos familiares y tiempos de pandemia
Como es natural, el paso de los años también ha traído cambios a su vida personal. Inició su reinado siendo una joven mujer casada, madre de dos niños, Carlos y Anne. Luego nacieron Andrew y Edward. Hoy es abuela de ocho nietos y tiene más de diez bisnietos.
Los últimos 2 años han sido particularmente complejos para ella a nivel personal. Desde que inició la pandemia del Covid-19, ella y su entonces, esposo el duque de Edimburgo, estuvieron prácticamente confinados en el Castillo de Windsor.
De hecho, el príncipe Felipe murió en abril de 2021, a punto de cumplir 100 años, cuando el país aún tenía restricciones que impidieron un funeral multitudinario.
Incluso, Isabel completamente vestida de negro con tapabocas, sentada sola, sin un familiar que la consolara mientras se despedía de su marido más de 70 años, se convirtió en uno de los iconos de la pandemia.
Meses antes había cortado por lo sano, retirándoles el estatus de altezas reales, a su nieto Harry y a su esposa, Meghan Markle, quienes renunciaron a su vida de royal para radicarse en California.
Su mudanza a Estados Unidos fue todo, menos silenciosa. Meghan contó que sufrió racismo y su salud mental estuvo tan alterada que pensamientos suicidas la persiguieron.
Fue inevitable recordar los padecimientos evidentes de la princesa Diana, la madre de Harry, que, con su muerte en 1997, sacudió la monarquía y a la propia Isabel.
Pero en la víspera de la celebración de sus 70 años en el trono, Isabel ha vivido uno de sus momentos más duros como jefa de estado y madre. Su hijo Andrew enfrenta un juicio civil en Nueva York por presunto abuso sexual a una menor.
Noticia que ha sido “extremadamente difícil” para la monarca.
Cuatro días de fiesta nacional
El festejo del jubileo de platino será una de las fiestas nacionales más grandes y emotivas que se han visto en todo el Reino Unido. Arrancará el jueves 2 y terminará el 5 de junio.
Marcarán el regreso de los eventos multitudinarios de la monarquía tras más de 2 años de ver a la reina únicamente a través de las pantallas.
Isabel ha dejado claro que no abdicará. Su deber al servicio de la corona será hasta su ultimo respiro.
Con información de France24